LA PROTOHISTORIA COMO EXPERIENCIA SOCIAL

INTRODUCCIÓN 




En este ensayo hablaremos de la prehistoria y protohistoria que es justo el tiempo entre la prehistoria y la historia, así como de la evolución del hombre. Recordar que la prehistoria es la etapa más larga de la humanidad, desde la aparición del hombre hasta el inicio de la escritura y son varios cientos de miles de años. Se reconoce en las excavaciones arqueológicas si los restos que se encuentran son de humanos o homínidos por los instrumentos hallados a su alrededor, no necesariamente junto a los restos. Los instrumentos más antiguos que se han encontrado son los llamados cantos rodados un canto rodado es una piedra redondeada como las de rio que en principio se usan tal cual se encuentran y a través de los años se van afilando para servir como raspadores, después agregando una horquilla de madera como hachas. Desafortunadamente solo este tipo de instrumento ha sobrevivido ya que los otros como lanzas, arcos y flechas el paso del tiempo los ha destruido pero se encuentra su figura en las pinturas prehispánicas. En esta época no hay constancia a nivel arqueológico de qué tipo de música se tocaba, pero una hipótesis es que probablemente la música fuese a través de una combinación de ritmos realizados con instrumentos hidrófonos, membranófonos y ortófonos, además de la interpretación de voz humana. 



DESARROLLO TEMÁTICO 






PREHISTORIA 

Es un término carente de real significancia en el sentido que fue entendido por generaciones. Se considera a la Historia, como el acontecer humano en el tiempo, todo es Historia existiendo el ser humano, y la Prehistoria podría, forzadamente, solo entenderse como el estudio de la vida antes de la aparición del primer homínino en la tierra. Desde el punto de vista cronológico, sus límites están lejos de ser claros, pues ni la aparición del ser humano ni la invención de la escritura tienen lugar al mismo tiempo en todas las zonas del planeta. Por otra parte, hay quienes defienden una definición de esta fase o, al menos, su separación de la Historia Antigua, en virtud de criterios económicos y sociales en lugar de cronológicos, pues éstos son más particulariza dores es decir, más ideográficos y aquellos, más generalizadores y por tanto, más susceptibles de proporcionar una visión científica. En ese sentido, el fin de la Prehistoria y el inicio de la Historia lo marcaría una estructuración creciente de la sociedad que provocaría una modificación sustancial del hábitat, su aglomeración en ciudades, una socialización avanzada, su jerarquización, la aparición de estructuras administrativas, de la moneda y el incremento de los intercambios comerciales de larga distancia. Así, no sería muy correcto estudiar dentro del ámbito de la Prehistoria sociedades de carácter totalmente urbano como los incas o mexicas en América, los Ghana o Zimbabue en África y los jemer en el sudeste asiático, que solamente son identificados con este período por la ausencia de textos escritos que de ellos tenemos los mayas han entrado hace muy poco plenamente en la Historia al haberse descifrado sus glifos, que tienen valor fonético, por lo que forman un verdadero lenguaje. 

PREHISTORIA, HISTORIA Y ARQUEOLOGÍA 

La metodología de base para la obtención de datos en la Prehistoria es, obviamente, la Arqueología, por lo que hasta hace muy poco Prehistoria y Arqueología eran confundidas constantemente. En los ámbitos académicos de la Europa continental la Prehistoria es una especialidad de la Historia, siendo habitual que haya departamentos de Prehistoria dentro de las facultades de Historia y también es normal que la financiación de las investigaciones corra a cargo de instituciones de orientación humanística o la propia administración estatal. En cambio, en América y las Islas Británicas la Prehistoria está siendo supeditada a la Arqueología, Arqueología procesual la cual, a su vez, suele verse como una especialidad de la Antropología, cuyo alcance, en cualquier caso, no se limita a las fases preliterarias de la Historia, sino a cualquier periodo pretérito, aunque sea muy reciente. Suele ser diferente al asociarse a menudo a las Ciencias Naturales, incluyendo laboratorios propios y sistemas de financiación ligados a organismos enfocados a tales. Los últimos estadios de la Prehistoria, la Protohistoria, englobarían, según algunas interpretaciones, los periodos sin escritura de ciertas culturas contemporáneas de los pueblos históricos, cuyos textos nos dan una información adicional sobre estos grupos ágrafos, y según otras, aquellas sociedades en proceso de formación de un estado, pero que no tienen escritura. Las culturas protohistóricas suelen incluirse tanto en el estudio de la Prehistoria como en los primeros momentos de la Historia antigua. 

PREHISTORIA EN ÁFRICA 

En el África subsahariana nacieron y evolucionaron buena parte de las especies de homíninos antepasados nuestros. De allí salió Homo ergaster para colonizar Asia y Europa, Homo antecesor hacia la Península ibérica y, finalmente, Homo sapiens para dominar todo el mundo. Posteriormente, el corazón del continente vio como florecieron importantes culturas que fueron decayendo, unas por su propia dinámica interna y, otras por la continua sangría provocada por la explotación colonial y/o esclavista iniciada en tiempos de los cartagineses, y perpetuada por los romanos, los árabes y los europeos estos últimos a partir de la Edad Moderna. 

NOROESTE DE ÁFRICA 
El África mediterránea tuvo, durante la Edad de Piedra, una periodización equivalente a la europea, Paleolítico y Neolítico. Después, la influencia de la civilización egipcia y la llegada de colonizadores fenicios aceleraron el ritmo evolutivo respecto a Europa. 





EDAD DE PIEDRA EN EL NORTE DE ÁFRICA 


1. El Paleolítico inferior y medio están bien representados desde fechas muy remotas. Así, hay numerosas evidencias del Olduvayense y del Achelense más en el Magreb que en la zona del Nilo, pudiéndose añadir a las industrias líticas diversos tipos de restos humanos la mandíbula de Ternifine, en Argelia, que podría ser atribuida a Homo heidelbergensis o el cráneo de Jebel Irhoud, en Marruecos, de aspecto neandertaloide. Durante este periodo existe similitud entre los grupos norteafricanos y los de Europa occidental. 

1. La cultura ateriese parece romper esa tendencia y separa la evolución técnico-cultural especialmente en la zona del Sáhara de la de sus vecinos. Aunque es similar al musteriense en algunas de sus técnicas líticas, tiene sus propias particularidades que lo diferencian de aquel, como serían la costumbre de elaborar utensilios pedunculados o una cronología que no podría ubicarse en las fases de la Prehistoria europea. 

EDAD DE LOS METALES EN EL ÁFRICA SUBSAHARIANA





La metalurgia en la región subsahariana no pasó por las clásicas fases del Viejo Mundo cobre, bronce e hierro, apareciendo sólo evidencias de fundición del hierro y en unas fechas muy tempranas respecto a Europa. Hasta mediados de los años setenta del siglo XX se relacionaba la expansión lingüística del grupo bantú por África central y austral a partir del siglo V a.C. y a costa de, sobre todo, las lenguas joajanas con la del metal. Los datos arqueológicos posteriores han desmentido este modelo de tradición colonialista. Así, las dataciones más antiguas relacionadas con artefactos férreos se sitúan hacia el 1800 a.C. en lo que actualmente es el desierto de Níger. Sobre el 1300 a.C. para algunos puntos de África oriental, el 900 a.C. en el área del Congo y el 500 a.C. en Zambia y Zimbabue. 

PREHISTORIA EN AMÉRICA

La teoría más aceptada es que el poblamiento humano de América se produjo desde Siberia a través del estrecho de Bering. Algunos datos apuntan a un poblamiento muy temprano, al menos desde hace unos 50.000 años. Otros creen, en cambio, que sólo hay pruebas para afirmar que los seres humanos llegaron hace unos 14.000 años o poco más. En cualquier caso, el aislamiento de América respecto a otros continentes fue casi absoluto aunque se sabe que hubo varias migraciones a lo largo de la Prehistoria, lo que justifica que no se emplee la periodización tradicional, sino otra específica adecuada a la realidad arqueológica de este continente. La cultura material incluye los primeros objetos de vidrio, seguramente incorporados del Próximo Oriente, y los grandes recipientes de bronce batido o repujado, con formas muy diversas y alejadas de los estereotipos orientales; entre ellos se encuentran las sítulas que tanto predicamento tuvieron en la posterior Edad del Hierro, a veces con una ornamentación muy sofisticada y que se convirtieron en objetos de intercambio muy apreciados, cuya función era sin duda ceremonial. Otros elementos ornamentales comunes fueron las torques, los brazaletes de costilla, y las fíbulas, de diversos modelos, como las llamadas de anteojos por el gran tamaño de su doble espiral. Entre las armas, hay una enorme variedad: las puntas de flecha de sílex fueron definitivamente sustituidas por otras de bronce; se siguieron utilizando hachas de combate, con talón y anillas, alabardas, lanzas; aparecieron armas defensivas como las corazas, los escudos y los cascos. Los modelos más representativos de espada fueron las de puño macizo con la guarda en U, bien con un gran pomo discoide o bien rematadas en antenas. La hoja solía ser biselada, a veces con rica decoración, y con silueta pistiliforme. 

EVOLUCIÓN HUMANA 

La evolución humana (u hominización) explica el proceso de evolución biológica de la especie humana desde sus ancestros hasta el estado actual. El estudio de dicho proceso requiere un análisis interdisciplinar en el que se aúnen conocimientos procedentes de ciencias como la genética, la antropología física, la paleontología, la estratigrafía, la geo cronología, la arqueología y la lingüística. El término humano, en el contexto de su evolución, se refiere a los individuos del género Homo. Sin embargo, los estudios de la evolución humana incluyen otros homínidos, como Ardipithecus, Australopithecus, etc. Los científicos han estimado que las líneas evolutivas de los seres humanos y de los chimpancés se separaron hace entre 5 y 7 millones de años. A partir de esta separación la estirpe humana siguió ramificándose originando nuevas especies, todas extintas actualmente a excepción del Homo sapiens. 


ETAPAS EN LA EVOLUCIÓN HUMANA 

Los pre-australopitecinos Los primeros posibles homíninos bípedos (homininos) son Sahelanthropus tchadiensis (con una antigüedad de 6 ó 7 millones de años), Orrorin tugenensis (unos 6 millones de años) y Ardipithecus (entre 5,5 y 4,5 millones de años). Los fósiles de estos homíninos son escasos y fragmentarios y no hay acuerdo general sobre si eran totalmente bípedos. No obstante, tras el descubrimiento del esqueleto casi completo apodado Ardí, se han podido resolver algunas dudas al respecto; así, la forma de la parte superior de la pelvis indica que era bípedo y que caminaba con la espalda recta, pero la forma del pie, con el dedo gordo dirigido hacia adentro (como en las manos) en vez de ser paralelo a los demás, indica que debía caminar apoyándose sobre la parte externa de los pies y que no podía recorrer grandes distancias. Los australopitecinos Los primeros homínidos de los que se tiene la seguridad de que fueron completamente bípedos son los miembros del género Australopithecus, de los que se han conservado esqueletos muy completos (como el de la famosa Lucy). Este tipo de homínino prosperó en las sabanas arboladas del este de África entre 4 y 2,5 millones de años atrás con notable éxito ecológico, como lo demuestra la radiación que experimentó, con al menos cinco especies diferentes esparcidas desde Etiopía y el Chad hasta Sudáfrica. Su desaparición se ha atribuido a la crisis climática que se inició hace unos 2,8 millones de años y que condujo a una desertificación de la sabana con la consiguiente expansión de los ecosistemas abiertos, esteparios. Como resultado de esta presión evolutiva, algunos Australopithecus se especializaron en la explotación de productos vegetales duros y de escaso valor nutritivo, desarrollando un impresionante aparato masticador, originando al Paranthropus; otros Australopithecus se hicieron paulatinamente más carnívoros, originando a los primeros Homo. Los primeros Homo No se sabe con certeza qué especie originó los primeros miembros del género Homo; se han propuesto a . africanus, A. afarensis y A. garhi, pero no hay un acuerdo general. También se ha sugerido que Kenyanthropus platyops pudo ser el antepasado de los primeros Homo. Clásicamente se consideran como perteneciente al género Homo los homíninos capaces de elaborar herramientas de piedra. No obstante, esta visión ha sido puesta en duda en los últimos años; por ejemplo, se ha sugerido que Australopithecus ghari, hace 2,5 millones de años fue capaz de fabricar herramientas. Las primeras herramientas eran muy simples y se encuadran en la industria lítica conocida como Olduvayense. Las más antiguas proceden de la región de Afar (Etiopía) y su antigüedad se estima en unos 2,6 millones de años, pero no existen fósiles de homíninos asociados a ellos. El poblamiento de Eurasia Esta es sin duda la etapa más confusa y compleja de la evolución humana. El sucesor cronológico de los citados Homo rudolfensis y Homo habilis es Homo ergaster, cuyos fósiles más antiguos datan de hace aproximadamente 1,8 millones de años, y su volumen craneal oscila entre 850 y 880 cm³. Morfológicamente es muy similar a Homo erectus y en ocasiones se alude a él como Homo erectus africano. Se supone que fue el primero de nuestros antepasados en abandonar África; se han hallado fósiles asimilables a H. ergaster (o tal vez a Homo habilis) en Dmanisi (Georgia), datados en 1,8 millones de años de antigüedad y que se han denominado Homo georgicus que prueban la temprana salida de África de nuestros antepasados remotos. Esta primera migración humana condujo a la diferenciación de dos linajes descendientes de Homo ergaster: Homo erectus en Extremo Oriente (China, Java) y Homo antecessor/Homo cepranensis en Europa (España, Italia). Una visión más conservativa de esta etapa de la evolución humana reduce todas las especies mencionadas a una, Homo erectus, que es considerada como una especie politípica de amplia dispersión con numerosas subespecies y poblaciones interfértiles genéticamente interconectadas. 

NUEVOS ORÍGENES EN ÁFRICA 

La fase final de la evolución de la especie humana está presidida por tres especies humanas inteligentes, que durante un largo periodo convivieron y compitieron por los mismos recursos. Se trata del Hombre de Neanderthal (Homo neanderthalensis), la especie del homínino de Denisova y el hombre moderno (Homo sapiens). Son en realidad historias paralelas que, en un momento determinado, se cruzan. El Hombre de Neanderthal surgió y evolucionó en Europa y Oriente Medio hace unos 230.000 años, presentando claras adaptaciones al clima frío de la época. El homínino de Denisova vivió hace 40.000 años en los montes Altai y probablemente en otras áreas en las cuales también vivieron neandertales y sapiens. El análisis del ADN mitocondrial indica un ancestro femenino común con las otras dos especies hace aproximadamente un millón de años. Homo sapiens Los parientes vivos más cercanos a nuestra especie son los grandes simios: el gorila, el chimpancé, el bonobo y el orangután. Demostración palmaria de este parentesco es que un mapeo del genoma humano actual indica que Homo sapiens comparte casi el 99% de los genes con el chimpancé y con el bonobo. Los fósiles más antiguos de Homo sapiens tienen una antigüedad de casi 200.000 años y proceden del sur de Etiopía, considerada como la cuna de la humanidad. A estos restos fósiles siguen en antigüedad los de Homo sapiens idaltu, con unos 160.000 años. Migraciones prehistóricas de Homo sapiens Junto a los hallazgos arqueológicos, los principales indicadores de la expansión del ser humano por el planeta son el ADN mitocondrial y el cromosoma Y, que son característicos de la descendencia por línea materna y paterna respectivamente. Los humanos ya habrían comenzado a salir de África unos 90.000 años antes del presente; colonizando para esas fechas el levante. Europa: comenzó a ser colonizada hace sólo unos 40.000 años. Oceanía: la colonización de estas islas más próximas a Eurasia se habría iniciado hace unos 50.000 años. América: la llegada del hombre a América, se habría iniciado hace unos 20.000 o, al menos, 15.000 años. 

BIPEDESTACIÓN 



Los Homininos, primates bípedos, habrían surgido hace unos 6 ó 7 millones de años en África, cuando dicho continente se encontró afectado por una progresiva desecación que redujo las áreas de bosques y selvas. Como adaptación al bioma de sabana aparecieron primates capaces de caminar fácilmente de modo bípedo y mantenerse erguidos. Para lograr la postura y marcha erecta han tenido que aparecer importantes modificaciones: Cráneo. Para permitir la bipedestación, el foramen magnum (u orificio occipital por el cual la médula espinal pasa del cráneo a la raquis) se ha desplazado; mientras en los simios el foramen magnum se ubica en la parte posterior del cráneo, en el Homo sapiens (y en sus ancestros directos) el foramen mágnum se ha "desplazado" casi hacia la base del mismo. Columna vertebral. La columna vertebral bastante rectilínea en los simios, en el Homo sapiens y en sus ancestros bípedos ha adquirido curvaturas que permiten soportar mejor el peso de la parte superior del cuerpo, tales curvaturas tienen un efecto "resorte". Por lo demás la columna vertebral ha podido erguirse casi 90º a la altura de la pelvis; si se compara con un chimpancé se nota que al carecer este primate de la curva lumbar, su cuerpo resulta empujado hacia adelante por el propio peso. Pelvis. La pelvis se ha debido ensanchar, lo cual ha sido fundamental en la evolución de nuestra especie. Piernas. También para la bipedestación ha habido otros cambios morfológicos muy importantes y evidentes, particularmente en los miembros y articulaciones. Los miembros inferiores se han robustecido, el fémur humano se inclina hacia adentro, de modo que le posibilita la marcha sin necesidad de girar casi todo el cuerpo; la articulación de la rodilla se ha vuelto casi omnidireccional, es así que el humano a diferencia de sus parientes más próximos no marcha con las rodillas dobladas. Pies. En los humanos los pies se han alargado, particularmente en el talón, reduciéndose algo los dedos del pie y dejando de ser oponible el "pulgar" del pie (el dedo mayor), en líneas generales el pie ha perdido casi totalmente la capacidad de aprehensión. 

ASPECTOS MORFOLÓGICOS. 

Cuando los ancestros del Homo sapiens y otros muchos primates vivían en selvas comiendo frutos, bayas y hojas, abundantes en vitamina C, pudieron perder la capacidad genética, que tiene la mayoría de los animales, de sintetizar en su propio organismo tal vitamina. Tales pérdidas durante la evolución han implicado sutiles pero importantes determinaciones: cuando las selvas originales se redujeron o, por crecimiento demográfico, resultaron superpobladas, los primitivos homínidos se vieron forzados a recorrer importantes distancias, migrar, para obtener nuevas fuentes de nutrientes. Todos los cambios reseñados han sucedido en un periodo relativamente breve, esto explica la susceptibilidad de nuestra especie a afecciones en la columna vertebral y en la circulación sanguínea y linfática. 

VISIÓN 

El humano hereda de los prosimios la visión estereoscópica y pancromática (la capacidad de ver una amplia tonalidad de los colores del espectro visible); los ojos en la parte delantera de la cabeza posibilitan la visión estereoscópica (en tres dimensiones), pero si esa característica surge en los prosimios como una adaptación para moverse mejor durante la noche o en ambientes umbríos como los de las junglas, en Homo sapiens tal función cobra otro valor; facilita la mirada a lontananza, el otear horizontes, en este aspecto la visión es bastante más aguda en los humanos que en los otros primates y en los prosimios. Esto facilitará el hecho por el cual Homo sapiens sea un ser altamente visual, y facilitará asimismo lo imaginario. 

APARICIÓN DEL LENGUAJE SIMBÓLICO 

Hablar de la aparición del lenguaje humano, lenguaje simbólico, por lógica parecería implicar que hay que hablar previamente de la cerebración, y eso es bastante cierto, pero el lenguaje humano simbólico tiene sus antecedentes en momentos y cambios morfológicos que son previos a cambios importantes en la estructura del sistema nervioso central. Ahora bien, el lenguaje simbólico por excelencia es el basado en los significantes acústicos, y para que una especie tenga la capacidad de articular sonidos discretos, se requieren más innovaciones morfológicas, algunas de ellas muy probablemente anteriores al desarrollo de un cerebro lo suficientemente complejo como para pensar de modo simbólico. En efecto, observemos la orofaringe y la laringe: en los mamíferos, a excepción del humano, la laringe se encuentra en la parte alta de la garganta, de modo que la epiglotis cierra la tráquea de un modo estanco al beber e ingerir comida. 

LA EVOLUCION DEL HOMBRE 

Las primeras formas de vida surgieron en los océanos hace 600 millones de años, posteriormente 100,000.000 millones de años después comenzaron a evolucionar los organismos convirtiéndose en los primeros animales anfibios, continuaron creciendo y desarrollándose y cien millones de años después de seguir evolucionando comenzaron a tener extremidades delanteras y traseras así como dientes, y salen del agua por primera vez caminando sobre la tierra respirando aire y cien millones de años después hace 300.000.00 millones de años comenzaron a poner sus primeros huevos , para así continuar reproduciéndose sobre la tierra , continuaron creciendo y reproduciéndose hasta llegar a la early permian period , alcanzando varios tamaños como los dinosaurios que en la actualidad conocemos y así naciendo los primeros depredadores carnívoros de la tierra y los más pequeños aprovechando todo tipo de terreno dentro y fuera de madrigueras continuaron evolucionando hasta llegar a la era del triasic period hace 248.000.000 millones de años donde comienzan a caminar en dos patas siguieron evolucionando hasta convertirse en monos y donde aprovechan la altura de los árboles para protegerse continuaron creciendo y evolucionando hasta erguirse y caminar en dos pies y hacer uso de sus manos siendo estos ya los primeros humanos y formando pequeñas sociedades comenzaron a reproducirse. 


CONCLUSIÓN 

La vida comenzó hace 600.000.000 millones de años en pequeños organismos dentro de los océanos, en continuo crecimiento y evolución, llegaron a surgir los primeros humanos sobre la tierra. En este viaje tan corto de la humanidad en comparación a la vida del planeta, podemos saber que hemos tenido que evolucionar desde caminar en cuatro patas hasta caminar en dos, nuestro cuerpo ha tenido varias modificaciones para poder lucir como ahora lo hacemos, también en el sentido cultural se ha evolucionado mucho como ejemplo la manera de comunicarnos. La prehistoria es la ciencia que introduce a la historia, es algo esencial para poder conocer la historia para comprenderla, aprenderla y estudiarla. Los hombres primitivos tanto como el austrolopeticus o el hombre de mandatar son los protagonistas de dicha prehistoria. Ellos con su inteligencia primitiva se las pudieron ingeniar para sobrevivir caminaban sobre sus extremidades balanceándose al estilo de un mono. Es decir la prehistoria tienen dos divisiones paleolítico y neolítico ambas se dividen en edad de piedra, edad de los metales y edad de bronce. Esta evolución permite seguir la secuencia de la vida del hombre hasta la aparición de la escritura. Porque fue parte del inicio de la evolución humana. Es la prehistoria donde la humanidad empieza a vivir en sociedad, empieza el trabajo en cerámica, metales, madera, pieles, etc.




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