La conquista de América fue el proceso inmediato que se dio después del descubrimiento. Inicialmente en el Caribe, el cual se transformó en un punto de enclave para la expansión hacia México, Centroamérica, Colombia, Venezuela, etc. En sus inicios tuvo móviles económicos, dado que lo que se buscaba era la mayor extracción de recursos posibles y su inmediato transporte a España. Son personajes propios de la Colonia, Hernán Cortés y Pizarro. El aspecto más importante de la conquista fue el afán de acabar con las culturas originarias, y por consiguiente sus dioses, economías y sistemas de gobierno. Con lo cual se buscaba un mayor dominio sobre ellos. La conquista termina básicamente cuando hay ya una buena parte de población Americana, y muchos hijos de hispanos con nativos, se podría decir que ahí comienza la Colonización. México a partir de la conquista de los españoles ha cambiado mucho a pesar de ser un país maravilloso y tener lugares hermosos antes de la conquista también era un lugar muy bello y por supuesto desde entonces existía el dominio del más fuerte sobre el más débil ya que los españoles eso fue lo que hicieron dominar a los indígenas que en ese entonces vivían en México, pero a pesar de haber venido a conquistar y saquear los tesoros de este hermoso país también trajeron cosas buenas como granos para sembrar y animales domesticados también inculcaron la religión católica. Podremos ver que el Porfiriato es el periodo histórico durante el cual México estuvo bajo el poder y control de Porfirio Díaz. Que abarco desde 1876 a 1911.
DESARROLLO TEMATICO
CONQUISTA Y COLONIZACIÓN DE MÉXICO
EL MÉXICO AZTECA Y EL COLONIAL
La fundación de Tenochtitlán tuvo lugar hacia 1325 por los aztecas de la familia náhuatl, que, procedentes del norte, llegaron en busca de mejores climas y más fáciles medios de vida. Según la leyenda, el emplazamiento estuvo determinado por el hallazgo de un águila en lucha con una serpiente sobre un nopal, imagen que ha pasado a formar parte de las armas nacionales. Otras ciudades existan en la región (Tacubaya, Texcoco, Tlaxcala), pero ninguna era tan importante y bella como Tenochtitlán. Bernal Díaz del Castillo describía sus canales y sus grandes edificios. La isla sobre la que se encontraba la ciudad se comunicaba con tierra firme por tres calzadas que todavía subsisten, convertidas en calles o caminos: la meridional a Iztapalapa, por donde entraron los españoles; la occidental a Tlacopan, por donde tuvo lugar la retirada de Cortés; la septentrional, actual calzada a Guadalupe, que llevaba hasta Tepeyac. Las calzadas se interrumpían por canales, salvados mediante puentes levadizos, y estaban orladas por verdaderos jardines, flotantes, de los que son los últimos representantes las Chinampas de Xochimilco.
LA CAPITAL AZTECA
La ciudad era, según las descripciones de los contemporáneos, una de las mayores y más bellas de la época. En el momento de la Conquista se calcula que en lo que hoy es el Distrito Federal vivan de 570.000 a 600.000 personas. Habitaban casas de adobe rojo muy poroso, pero no faltaban los edificios monumentales, palacios y templos. Las casas tenían dos pisos y forma cuadrada, con un patio central adornado por pórticos y fuentes. Los espacios vacíos eran escasos y las calles, estrechas y tortuosas, estaban interceptadas por un laberinto de canales, que cruzaban puentes; existían una doble comunicación, por agua y tierra, que hacia recordar a Venecia. Los barrios o calpulli tenían una clara estratificación social y funcional, visible en el hecho de que cada calle estaba ocupada por un oficio o profesión. Un sistema de diques protegía la ciudad contra las inundaciones, como el famoso de Moctezuma, de 12 km de largo y 20 m de anchura. Tenochtitlán tenía como centro al gran teocalli, situado cerca de donde hoy se eleva la Catedral: era el templo dedicado al dios de la guerra, Huitzilopotchtli, y al de las lluvias, Tláloc. Al oeste estaba el palacio de Moctezuma; al este, el de Axayicatl y el palacio nuevo de Moctezuma, Xocoyotzin; y al norte el tianquixtli, famoso mercado de Tlatelolco. El abastecimiento de agua estaba asegurado por los manantiales de Chapultepec.
Al norte de la plaza mayor salía el camino real hacia Tlatelolco conquistado en 1473 por Tenochtitlan, que poseía otra gran plaza, dominada por el templo de Huitzilpochtli y la pirámide mayor; tenía gran interés por ser la sede de un importante mercado. La situación de la ciudad hacia que no fueran necesarias las fortificaciones; solo los templos y las principales mansiones tenían gruesos muros de piedra y se asentaban sobre plataformas. Los cuatro barrios de la ciudad no seguían una traza determinada, y las casas eran distintas según la posición social de los habitantes; las chinampas albergaban chozas con techo de paja cubierta de lodo y paredes de varas. Las casas principales, asentadas sobre plataformas para protegerse de las inundaciones, eran de adobe o de piedra, no tenían ventanas y poseían un patio interior. No hubo casas de dos pisos hasta después de la conquista. Los aztecas habían resuelto el problema del saneamiento. El abandono de sus métodos por los españoles causó graves problemas. Desde mediados del s. XV la ciudad contaba con un dique en la zona oriental para evitar el desbordamiento del lago en pocas de lluvia, y con dos acueductos, el de Chapultepec y el de Coyoacán.
ECONOMÍA AZTECA
La agricultura constituía su base. Cultivaban gran número de especies pero el cultivo esencial era el maíz. La ganadería era muy pobre. Entre los pocos animales domesticados estaban el pavo y una especie de perro criada para consumir su carne. El desarrollo de la población del valle de México condujo a una situación de falta de tierras que ocasionaron guerras y emigraciones. Los aztecas llegaron tardíamente al valle, se vieron obligados a residir en las islas e idearon el sistema de islas artificiales o chinampas, que les permitió aumentar sus tierras de cultivo y alimentar a su creciente población. Otra forma de incrementar sus recursos agrícolas fue obligar a los pueblos vencidos a trabajar, destinando parte de su tierra para sostener el estado y el clero. La manufactura se hallaba en un estado artesanal muy primitivo. La mayor parte de los hogares eran autosuficientes pero había cierta especialización entre los poblados que generaba un pequeño intercambio.
Los calpixques eran los administradores y recaudaban los tributos. La confederación estaba organizada de tal manera que todos los estados eran independientes en todo, salvo en su proyección exterior. La relación entre pueblos conquistadores y conquistados era muy variable, dependiendo de la forma en que se había producido la anexión. Vivieron en un estado de guerra continuo. Razones religiosas, económicas e históricas hicieron de la guerra un elemento esencial de su cultura. Los pochteca o comerciantes sirvieron al mismo tiempo de espías y de embajadores ante los otros pueblos de México. En la clase dirigente estaban el Tlatoani y el Ciuacoalt, como cabezas de la barquía. Los tecuhtli, o jefes de diferentes categorías, los pipiltin, o nobles por nacimiento, los calpuleque o jefes del calpulli y los quauhpipiltin, o nobles por méritos. Los nobles poseían sus tierras por herencia o por concesión del estado, en pago a sus servicios, estas tierras eran cultivadas por los mayeques.
ADMINISTRACIÓN COLONIAL
Capital de un virreinato que extendía sus dominios desde California y Texas hasta Panamá, México se fue, poco a poco, convirtiendo en una de las principales ciudades del mundo. En 1600 tenía unos 15.000 h, de ellos 7.000 españoles. A mediados del s. XVIII tenía ya 90.000 y durante la segundad mitad de dicho siglo, merced a la interesante labor del virrey conde de Revillagigedo, a quien muchos han llegado a considerar como el verdadero fundador de la ciudad moderna, México empezó a ser lo que es hoy. Durante el gobierno del citado virrey se construyeron numerosos edificios, se pavimentaron las calles y se proporcionó a la ciudad alcantarillado y alumbrado público. Revillagigedo creo escuelas populares para los indios, fundó la Escuela de Minas, mejoro la administración de justicia, reorganizo la hacienda y la política, estableció un correo bisemanal entre la capital y las intendencias provinciales y mejoro todos los caminos del país. Con estas reformas la población aumento y en 1790 dio la cifra de 112.992 h, que unos años después Humboldt estimó en 137.000. La mitad, aproximadamente, eran españoles, y existían unos 40.000 mestizos, mulatos o negros y unos 10000 indios. México llegó entonces a ser la primera ciudad de América y una de las mayores y más bellas del mundo. Era el centro del comercio interior de las provincias de Nueva España y también del de Ultramar por sus buenas relaciones con los puertos de Veracruz y Acapulco. Humboldt la llamada la "ciudad de los palacios"; estaba repleta de buenos edificios y contaba con más de cien iglesias y cincuenta conventos. Las calles, rectas y anchas, estaban empedradas y enlosadas. Dos grandes acueductos de 900 arcos cada uno, hoy destruidos, conducían el agua potable hasta una fuente monumental construida en 1779 por el virrey Bucareli.
Cronología de la presencia española (siglo XVI)
1517 - Fuerzas al mando de Hernández de Córdoba llegan a las playas de Yucatán, este muere a causa de las heridas recibidas en batalla contra los mayas. La llegada de los españoles trajo consigo enfermedades del Viejo Mundo desconocidas entre los mayas, incluyendo la viruela, la influenza y el sarampión. En un siglo murió el 90 por ciento de la población nativa de Mesoamérica.
1518 - Se introduce el cultivo de la naranja en Nueva España. Cuando terminaba el año, Cortes partió de Santiago de Cuba con 11 naves.
1519 - Hernán Cortes comienza la exploración de Yucatán. En noviembre entra en Tenochtitlan.
1520 - En abril el gobernador de Cuba envía a Pánfilo de Narváez a apresar a Cortes. En julio Cortes vence en la batalla de Otumba.
1524 - Hernán Cortes encuentra al pueblo de los Itzá, el último de los pueblos mayas que permaneció sin ser conquistado por los españoles.
1524 - Llegan los primeros dominicos.
1528 - Los españoles comienzan la conquista de los mayas del norte bajo Francisco de Motejo. Los mayas contraatacan con sorprendente vigor, manteniendo a los españoles a raya por muchos años.
1536 - Se funda el Colegio imperial de Santa Cruz para caciques.
1541 - Los españoles finalmente logran someter a los mayas y acabar con su resistencia. Sin embargo las revueltas continúan, no dejando a los españoles nunca en paz durante el resto del siglo.
1542 - Los españoles establecen la capital de Yucatán en Mérida.
1553 - Se inaugura la universidad de México.
1554 - Se introduce el beneficio de patio en la minería.
1555 - Se inicia la construcción de la catedral de Puebla.
1556 - Se edita el ordinario de la misa, primera edición musical mexicana.
1568 - Bernal Díaz del Castillo termina su Historia verdadera de la conquista de Nueva España.
1571 - Comienzan las obras de la catedral de Guadalajara.
1572 - Llegan los primeros misioneros jesuitas.
1598 - Juan de Oñate termina de conquistar una amplia zona.
Siglo XVII
1618 - Termina la construcción de la catedral de Guadalajara.
1650 - Lucas Méndez trabaja en el Retablo de la capilla de los Reyes de la catedral de Puebla.
1665 - Se publica la primera Gaceta de México.
1689 - Alonso de León explora Texas.
1695 - Las ruinas de Tikal son casualmente descubiertas por el sacerdote español Fray Andrés de Avendaño y sus compañeros, quienes se habían perdido en la selva del Petan. 1695 - Se inicia la construcción de la basílica de Guadalupe.
1697 - La ciudad de Tayasal, capital de los Itzá en el Petan, es tomada por los españoles. Así es sometida a la corona española la última entidad política maya independiente.
Siglo XVIII
1712 - Los mayas de los altiplanos de Chiapas se levantan contra el gobierno mexicano.
1714 - Se inicia la construcción de la iglesia de la Profesa.
1719 - J. de Balbos trabaja en el retablo de la capilla de los Reyes de la catedral de México. 1720 - Se inicia la construcción del ayuntamiento de México.
1724 - La corona española suprime el sistema de encomienda, que había dado a los terratenientes españoles el derecho a forzar al trabajo a los indios.
1740 - Fundación de El Mercurio de México (1740-1767).
1749 - L. Rodríguez trabaja en el sagrario de la catedral de México.
1749 - L. Rodríguez trabaja en el sagrario de la catedral de México.
1789 - Creación de un sistema restringido de comercio libre con Nueva España.
1764 - Establecimiento del estanco del tabaco.
1764 - Establecimiento del estanco del tabaco.
1761 - Los mayas de Yucatán, encabezados por Jacinto Canek, se levantan contra el gobierno.
1772 - Comienza la construcción de la iglesia de la Enseñanza.
1779 - Se construye la capilla del Pocito, junto al santuario de Guadalupe.
1780 - F.J.Clavijero publica Historia antigua de México.
1783 - Se funda la Academia de San Carlos.
Siglo XIX
1809 - Se inicia la catedral de Potosí.
1813 - Congreso de Chilpancingo: proclamación de la independencia de México. España estaba sumida en el esfuerzo de la expulsión de Francia. Fernando VII, preso hasta entonces en el castillo de Valona, recupera el trono de José Bonaparte en 1814.
1821 - México se independiza de España.
1823 - Las Provincia Unidas de América Central se separan de México.
1836 - Independencia de Texas.
La conquista y colonización de México empieza con la llegada de Cristóbal Colon quien pensó que había llegado a la India.
Colon salió el 3 de agosto de 1492 con tres carabelas a las que nombro la niña, la pinta y la santa maría.
Colon regreso a España cargado de oro, plantas, nativos y animales aunque la verdad lo que buscaban eran especias.
En 1500 Américo Vespucio declaro no son las Indias, es un nuevo continente.
Hubo 4 expediciones de 1512 a 1519 en la última Diego de Velázquez envió a Hernán Cortes pero sospecho traición y salió para México.
Hernán Cortes llego con sus hombres a Tabasco y vencieron a los nativos los cuales les regalaron a 20 mujeres entre las cuales iba la Malinche que les sirvió como traductora.
Moctezuma creyó que había regresado Quetzalcóatl y trataron a Cortes como dios.
La corona española solicito un juicio de residencia para Cortes.
La ganadería se desarrolló en el norte los animales destruían los cultivos de los indígenas.
Los españoles vinieron únicamente a enriquecerse.
La plata llego a ser el principal producto de exportación.
SE creo la cerámica de talavera, mezcla indígena y española.
Se inició el mestizaje entre españoles e indios dándose las castas.
De blanco e indio mestizo, de español y mestiza castizo, de castizo con blanca español, de indio con negra zambo.
CONQUISTA Y COLONIZACIÓN DE AMÉRICA
La conquista y colonización de América se refiere al proceso histórico por el cual diversas potencias europeas conquistaron y establecieron sistemas de dominación colonial en el continente americano, desde finales del siglo XV hasta el siglo XIX. Este proceso implicó la desaparición de los grandes imperios americanos, particularmente el Imperio inca y el Imperio azteca, así como el colapso demográfico de la población americana. Simultáneamente, las potencias coloniales impusieron el uso generalizado de idiomas europeos en América, principalmente el español, el inglés y el portugués.
ANTECEDENTES HISTÓRICO
América fue poblada y ocupada en toda su extensión, muy probablemente por culturas asiáticas que ingresaron al continente por el área de Beringia, en el norte. La población americana, realizó dos revoluciones neolíticas originarias, en Mesoamérica y en norte chico Perú, que expandirían culturas agras cerámicas por todo el continente y generarían dos grandes centros de alta civilización. Las culturas y civilizaciones en América surgieron y se desarrollaron sin contacto con las culturas y civilizaciones africanas, asiáticas y europeas. Las culturas mesoamericanas habían denominado a la tierra que ellos alcanzaron a conocer con los nombres de abya yala o cem Anáhuac. En los estados unidos, se celebra como fiesta nacional, el día del explorador vikingo leif eriksson, en memoria de los primeros noruegos en arribar a los estados unidos de América.
EL VIAJE DE COLÓN Y EL "DESCUBRIMIENTO" DE AMÉRICA
COLONIZACIÓN ESPAÑOLA DE AMÉRICA
En contraposición de otros colonizadores a lo largo de la historia como ingleses, portugueses u holandeses los colonizadores españoles desde un primer momento aceptaron a los indígenas como personas dotadas de alma y por ello centraron parte de su esfuerzo en adoctrinarles y convertirles a la religión, la cual creían salvaría sus almas, la católica. El papa Alejandro VI, en sus bulas Inter Caetera estableció la obligación de la Corona de Castilla de convertir a todos sus súbditos, incluidos los amerindios, al cristianismo, en su vertiente católica romana. Las tareas para lograr la conversión se realizaron mediante una gran variedad de procedimientos y una considerable cantidad de misioneros de distintas órdenes partieron de España hacia América a tal fin.
Los métodos adoptados para obtener la conversión fueron muy diversos. Una de las fórmulas empleadas para la cristianización de los indios fue la conocida como doctrina; se trataba del compromiso adquirido por el conquistador para que fueran evangelizados adoctrinados todos los indígenas que le habían correspondido en sus repartimientos; los niños debían recibir las enseñanzas religiosas todos los días y los adultos tres días a la semana. El convento fue el centro neurálgico de la evangelización y en torno a él se configuraron numerosas poblaciones. En él atendían los religiosos a las necesidades espirituales de los nuevos cristianos al mismo tiempo que a las materiales, ya que junto a las dependencias de culto y habitación de los frailes, disponían de enfermerías, escuelas y talleres.
Los mismos misioneros desempeñaron un importante papel en la aculturación del indígena, al poner un especial empeño en su incorporación a las actividades artesanales de tradición europea, como parte destacada de su educación. La escuela de San José de los Naturales, creada por los franciscanos en México, o las organizadas por el obispo Vasco de Quiroga en Pátzcuaro Michoacán son una constante referencia para comprender diferentes proyectos de vida para el indígena a partir de su incorporación al cristianismo. En ellos están presentes muchas de las ideas procedentes de los movimientos utópicos de la edad media y del renacimiento, que encontraron en América un terreno propicio para su puesta en práctica.
Con la llegada de los europeos cristianos a América, se originó un intenso debate teológico y legal sobre la naturaleza de sus habitantes para su incorporación, expulsión o destrucción mediante la guerra de los territorios que serían dominados por el Imperio español. Esta polémica se saldó con la oposición de la Corona española a su esclavitud y la incorporación de los nativos americanos como súbditos de la Corona española con todos sus derechos. Otras potencias europeas como Inglaterra y Portugal no los considerarían como iguales y en los territorios dominados por ellos el trato seria de esclavitud.
A partir de este momento las leyes de la Corona Española establecieron que los indígenas americanos amerindios no serían sometidos a la esclavitud, sino a un régimen de servidumbre denominado “encomienda", mediante el cual eran dados a "en comendadores" españoles. El régimen de encomienda establecía que los indígenas debían trabajar obligatoriamente para el encomendero, al mismo tiempo que este se obligaba frente a la Corona del cuidado y "evangelización" de los indígenas. Sistema similar al de la España del siglo XVI, ya que a diferencia de otros países europeos como Rusia o Inglaterra en sus colonias, no existía la esclavitud. Más allá de las intenciones y las circunstancias históricas, la encomienda fue un sistema que también recibió críticas, el más conocido de los críticos del sistema de encomiendas fue Fray Bartolomé de las Casas, en cuyos escritos, exagerados para muchos historiadores, encontraron las diferentes potencias europeas enemigas en aquel entonces de España, y los enemigos actuales de España, la semilla del origen de la leyenda negra. La colonización española aporto una gran cantidad de recursos a sus nuevos territorios que fueron tratados desde un primer momento como una provincia más del territorio de la corona castellana, mandando al nuevo mundo artesanos, artistas, misioneros, profesores e hicieron construir hospitales, escuelas, iglesias, catedrales que hoy en día se conservan y forman parte del patrimonio cultural de América. Este hecho se puede constatar hoy en día con la diferencia entre el legado de la conquista española y el de la inglesa que sustituyó a la holandesa. Estas dos últimas fueron enfocadas exclusivamente hacia el beneficio material, comportando la aniquilación de las culturas existentes, como está demostrado en los Estados Unidos donde la población indígena prácticamente no existe ya que fue exterminada en su casi totalidad, en contra de lo que ocurrió en las colonias españolas con pequeñas excepciones.
LA CONQUISTA DE MÉXICO
La conquista de México da inicio con la llegada de las naves de Cortés a las costas de Veracruz. Después de entrevistar a los pueblos totonacos asentados en esa región, fragua el plan de atacar al pueblo dominante asentado en el centro. Se traslada hacia el altiplano central, entrevistando a los pueblos dominados por el imperio Azteca que encuentra en su recorrido y va reuniendo entre esos pueblos oprimidos, un considerable ejército indígena formado principalmente por totonacas y tlaxcaltecas, que sumados a sus hombres, armas, caballos, etc., avanzan con la finalidad de atacar la capital del Imperio, la ciudad de Tenochtitlán. En el transcurso del viaje desde la costa, se realizan varias entrevistas donde los enviados de Moctezuma, tratan de disuadirlo para que se retire, pero Cortés ya tiene tomada la decisión de invadir y saquear. Cortés se enfrenta también a pueblos aliados del imperio mexica realizando grandes matanzas. Con la anuencia de Moctezuma, emperador azteca, los ejércitos españoles entran a la ciudad donde son albergados y alimentados. Cortés debe regresar a la costa al enterarse que enviados del gobernador de Cuba intentan detenerlo, deja su ejército al mando de Pedro de Alvarado, quien rompiendo con la relativa y tensa paz, ataca durante una ceremonia ritual a los aztecas. Al regreso de Cortés, encuentra al pueblo exaltado, se retiran a Tlaxcala a rearmar sus estrategias y ejércitos. Tras la muerte de Moctezuma, los españoles enfrentan una encarnizada defensa por parte de los mexicas al mando, primero de Cuhitlahuac y a su muerte, de Cuauhtémoc, los españoles sitian la ciudad de Tenochtitlán cortando suministros vitales durante tres penosos meses, en los que, la falta de agua, alimentos y las enfermedades traídas por los mismos españoles, vencen por fin a los aztecas el 13 de Agosto de 1521.
INDEPENDENCIA DE MÉXICO
La Independencia de México fue la consecuencia de un proceso político y social resuelto por la vía de las armas, que puso fin al dominio español en los territorios de Nueva España. La guerra por la independencia mexicana se extendió desde el Grito de Dolores, el 16 de septiembre de 1810, hasta la entrada del Ejército Trigarante a la Ciudad de México, el 27 de septiembre de 1821.
El movimiento independentista mexicano tiene como marco la Ilustración y las revoluciones liberales de la última parte del siglo XVIII. Por esa época la élite ilustrada comenzaba a reflexionar acerca de las relaciones de España con sus colonias. Los cambios en la estructura social y política derivados de las reformas borbónicas, a los que se sumó una profunda crisis económica en Nueva España.
A pesar de la derrota de los criollos en la Ciudad de México en 1808, en otras ciudades de Nueva España se reunieron pequeños grupos de conjurados que pretendieron seguir los pasos del ayuntamiento de México. En 1810, los conspiradores de Querétaro estuvieron a punto de correr la misma suerte pero, al verse descubiertos, optaron por tomar las armas el 16 de septiembre en compañía de los habitantes indígenas y campesinos del pueblo de Dolores (Guanajuato), convocados por el cura Miguel Hidalgo y Costilla.
A partir de 1810, el movimiento independentista pasó por varias etapas, pues los sucesivos líderes fueron puestos en prisión o ejecutados por las fuerzas leales a España. Tras la derrota de Morelos, el movimiento se redujo a una guerra de guerrillas. Hacia 1820, sólo quedaban algunos núcleos rebeldes, sobre todo en la sierra Madre del Sur y en Veracruz. Al ver afectados sus intereses, los criollos monarquistas decidieron apoyar la independencia de Nueva España, para lo cual buscaron aliarse con la resistencia insurgente. Agustín de Iturbide dirigió el brazo militar de los conspiradores, y a principios de 1821 pudo encontrarse con Vicente Guerrero. Ambos proclamaron el Plan de Iguala, que convocó a la unión de todas las facciones insurgentes y contó con el apoyo de la aristocracia y el clero de Nueva España. Finalmente, la independencia de México se consumó el 27 de septiembre de 1821
INVASIÓN FRANCESA EN ESPAÑA
Fernando VII, rey de España. Cuando los franceses obligaron a la familia real española a ceder sus derechos al trono de la península en favor de los Bonaparte, en varias ciudades de América se establecieron Juntas provisionales que gobernaban en nombre del soberano español. Este factor fue determinante, pues el clero español sabía que si Napoleón tomaba el poder en España, al tener una ideología diferente al catolicismo, perdería el poder sobre el pueblo; por esta razón, el cura Miguel Hidalgo y Costilla junto con el padre José María Morelos y Pavón se convencieron de iniciar la lucha armada
Tal suceso no complació en nada a Bonaparte, que intentó forzar a Carlos IV a declarar nula su abdicación. Aunque Fernando VII intentó formar un gobierno propio y organizar España, Napoleón le condujo con engaños a Bayona, donde el 5 de mayo de 1808 lo forzó a ceder la corona a su padre, para que luego éste la entregara al francés.
INICIO DE LA GUERRA (1810-1811)
La etapa de inicio de la Guerra de Independencia de México corresponde al levantamiento popular encabezado por Miguel Hidalgo y Costilla. Descubiertos por los españoles, los conspiradores de Querétaro no tuvieron otra alternativa que ir a las armas en una fecha anticipada a la que planeada originalmente. Los miembros de la conspiración se hallaban sin una base de apoyo en ese momento, por lo que Hidalgo tuvo que convocar al pueblo de Dolores a sublevarse en contra de las autoridades españolas el 16 de septiembre de 1810. Los insurgentes avanzaron rápidamente hacia las principales ciudades del Bajío y luego hacia la capital de Nueva España, pero en las inmediaciones de la Ciudad de México retrocedieron por orden de Hidalgo.
Los sublevados tuvieron que huir hacia el norte, donde esperaban encontrar el apoyo de las provincias de esa región que también se habían lanzado a las armas. Una vez arrestados fueron conducidos a Chihuahua. En esta ciudad fueron fusilados Hidalgo, Jiménez, Allende y Aldama, cuyas cabezas fueron enviadas a Guanajuato para que fueran expuestas en las esquinas de la alhóndiga de Granaditas.
LA CONSPIRACIÓN DE QUERÉTARO Y EL GRITO DE DOLORES
Ignacio Allende y Mariano Abasolo estuvieron entre los simpatizantes de los conjurados de Valladolid. Cuando ésta fue descubierta, organizaron una nueva conspiración que tuvo su sede definitiva en Querétaro. Las reuniones se realizaban de manera clandestina en casa del corregidor, Miguel Domínguez. Allende estaba al frente de los conjurados, entre quienes se econtraban el propio corregidor, Miguel Hidalgo y Costilla, Juan Aldama y Josefa Ortiz, El grupo de conjurados buscaría en primera instancia la destitución de los españoles en puestos de gobierno.
La conspiración fue denunciada el 9 de septiembre por José Mariano Galván. Otras denuncias llegaron a oídos del comandante Ignacio García Rebolledo, que dispuso el cateo a la casa y la aprehensión de los hermanos González. Josefa Ortiz envió como mensajero Ignacio Pérez para avisar a los conspiradores en San Miguel el Grande, después fue presa en compañía de su marido y otros conspiradores.
El aviso de la Corregidora llegó a Juan Aldama, y fue él quien lo llevó hasta Dolores el 16 de septiembre. Con ayuda de presos que liberaron de la cárcel, los insurgentes capturaron al delegado Rincón y se dirigieron al atrio de la iglesia. En ese lugar, Hidalgo convocó a los asistentes a levantarse contra el mal gobierno, en un acto que es conocido como Grito de Dolores y se considera el inicio de la guerra por la independencia mexicana.
A partir de Dolores, el movimiento encabezado por Hidalgo se movió por varios puntos del Bajío, una de las más prósperas regiones de Nueva España. El número de tropas es desconocido. En Atotonilco tomaron el estandarte de la Virgen de Guadalupe, que es considerado emblema del movimiento.
En las poblaciones del oriente de Guanajuato se unieron al contingente mineros y peones de haciendas aledañas, mal armados y entrenados. Cuando llegaron a Celaya el 21 de septiembre de 1810, los insurgentes podrían haber sumado veinte mil hombres. Celaya fue saqueada por los insurgentes, aunque Aldama y otros soldados de carrera intentaron inútilmente contener a la masa. Hidalgo fue proclamado "Capitán General de América" por encima de Allende, que tuvo el rango de teniente general.
Hidalgo inició el avance por otras ciudades del Bajío el 8 de octubre de 1810. A su paso se sumaron más personas y llegó a tener reclutados hasta sesenta mil hombres. Los insurgentes se dirigieron a Valladolid (Michoacán) y en Acámbaro apresaron a Diego García Conde, enviado a defender la capital michoacana. Agustín de Iturbide contaba con sesenta hombres para defender Valladolid. El aumento del número y desorden del ejército provocaron algunos roces entre Hidalgo y los militares de carrera. En Acámbaro, Hidalgo recibió el grado de Generalísimo de América y Allende, de Capitán General.
Los insurgentes avanzaron hacia el valle de México. Para hacer frente a la rebelión, el destacamento de Torcuato Trujillo realizó reconocimientos en el área de Ixtlahuaca, pero ante el avance del numeroso ejército de Hidalgo, decidió reforzar a Mendívil en Lerma y el puente de Atengo.
La derrota de éstos últimos debilitó al contingente por las deserciones, la toma de prisioneros y la pérdida de armamento. Tras la batalla, los realistas saquearon la población. Por su parte los insurgentes se dividieron en dos contingentes, Allende marchó con la mayoría a Guanajuato y el resto siguió a Hidalgo hacia Valladolid. Teniendo en cuenta la situación, los insurgentes se dividieron y el grueso de las tropas se volvió —con Allende a la cabeza— rumbo a Guanajuato; mientras apenas un puñado regresó con Hidalgo a Valladolid. Allí, el Generalísimo obtuvo el apoyo financiero de la Iglesia y nuevas adhesiones.
Hidalgo se dirigió hacia Guadalajara y no a Guanajuato, como había acordado con Allende. La relación entre ambos se enfrío aún más. Algunos habitantes de la ciudad asesinaron a ciento treinta y ocho españoles presos ante la inminente llegada de los realistas, que habían amenazado con pena de muerte a quien hubiera apoyado a los insurgentes. Este acto desencadenó una matanza ordenada por Calleja, que se complementó con el ajusticiamiento de los sospechosos de sedición. Allende pudo escapar de la masacre y se reunió en San Luis Potosí con Abasolo y Aldama. Más tarde todos ellos se reunirían con Hidalgo.
Mientras tanto Hidalgo seguía en Guadalajara. La intención de Hidalgo era conformar un órgano de gobierno. En Guadalajara los españoles estaban conspirando para entregar la ciudad al ejército de Calleja. Sin juicio de por medio. Hidalgo ordenó la ejecución de los sospechosos en el cerro de la Bateas con la desaprobación airada de Allende y Aldama.
Después de seis horas de combate, los insurgentes terminaron huyendo del lugar y Guadalajara fue ganada por los realistas. Los insurgentes se movilizaron a Aguascalientes. Hidalgo fue relevado como Generalísimo y Allende condujo a la tropa rumbo al norte. La idea era conseguir el apoyo de las provincias septentrionales de la Nueva España y, posteriormente, de Estados Unidos.
Ignacio López Rayón fue nombrado jefe de la insurgencia y volvió con una parte de la tropa a Michoacán, acompañado por José María Liceaga. Los otros líderes y el resto de la tropa siguió el camino hacia el norte, y en su paso por Monclova se encontrarían por primera vez con Ignacio Elizondo, que había sido simpatizante de la insurgencia. Como resultado fue capturado de Pedro de Aranda. El 21 de marzo de 1811 fueron presos en Acatita de Baján (Coahuila) Hidalgo, Allende, Aldama y Jiménez junto con otros miembros más de la insugencia. Los presos fueron fusilados en Monclova, y Chihuahua. Las cabezas de Hidalgo, Aldama, Allende y Jiménez fueron colgadas en las cuatro esquinas de la alhóndiga de Granaditas, permaneciendo a la vista de los habitantes hasta 1821.
José Antonio Torres dirigió la revolución independentista en Nueva Galicia. Tomó Guadalajara, donde se reunieron Hidalgo y Allende en diciembre de 1810. Fue ahorcado y decapitado en 1812, su cabeza fue expuesta como escarmiento durante 40 días y sus miembros fueron repartidos por Nueva Galicia. El movimiento independentista iniciado en Dolores el 16 de septiembre de 1810 fue secundado en otras partes de Nueva España. Con una fuerza de veinte mil hombres entró a la ciudad de Guadalajara el 11 de noviembre. Casi de inmediato José María Mercado fue comisionado para tomar las plazas de Tepic y San Blas, objetivos que logró sin disparar un solo tiro.
La persecución contra los líderes regionales fue tan dura como la que se dirigió contra las principales cabezas de la insurgencia. En enero de 1811, José María Mercado que operaba en Nueva Galicia fue derrotado en Maninalco y probablemente se suicidó, pues su cadáver se encontró en el fondo de un barranco al día siguiente. En Nueva España se había producido una de las crisis agrícolas más grandes de su historia, provocando una hambruna en la que murieron cerca de 300 000 personas. Entre 1808 y 1809 una grave sequía en El Bajío había reducido las cosechas, por consiguiente los alimentos habían cuadruplicado sus precios. Ante esta situación los campesinos vieron en Hidalgo a un líder que podría conducirlos a una vida mejor. Fue así que los insurgentes lograron conseguir adeptos rápidamente.
SITIO DE CUAUTLA
Morelos continuó su avance desde Chilapa y envió a Valerio Trujano hacia Silacayoapan. Además, el cura de Carácuaro dividió su ejército en tres columnas. En su camino hacia el sureste, Bravo tomó Acatlán y Huajuapan. Otro brazo, al mando de Hermenegildo Galeana volvió a Taxco. El tercer grupo insurgente, encabezado personalmente por Morelos, tomó la plaza de Chiautla, venciendo a Mateo Musitu.
Durante el mes de enero de 1812, los batallones realistas Asturias y Loveras así como el regimiento América, comandado por el birgadier Juan José de Olazaba, desembarcaron en el puerto de Veracruz para ponerse a las órdenes del virrey, quien había solicitado la ayuda a España para luchar contra la insurrección. En febrero, Félix María Calleja la mejor espada de Nueva España, como le habían apodado merced a sus múltiples victorias frente a los insurgentes fue comisionado por el virrey Vanegas para que terminara de una vez por todas con el ejército de Morelos
En Cuautla, después de setenta y dos días de sitio y combates, ninguno de los bandos fue capaz de imponerse. Los realistas habían fracasado también en el intento de recuperar Izúcar, pero el 2 de mayo pudieron romper el sitio de Cuautla, evacuándola para evitar una masacre de civiles. En la defensa final de esa plaza (que actualmente pertenece al estado de Morelos) participaron también los propios habitantes de la villa, destacándose un grupo de niños llamados Los Emulantes. Este batallón infantil insurgente fue encabezado por el hijo natural del cura Morelos.
Después de la batalla de Tenancingo, Rosendo Porlier, con ayuda del coronel realista Joaquín del Castillo y Bustamante, obligó a Ignacio López Rayón a abandonar Toluca. Después de confrontarse nuevamente en la Batalla de Tenango se estableció en Tlalpujahua. A pesar de los esfuerzos realizados por los insurgentes José María Correa y Epitacio Sánchez para defender su posición, el contingente realista logró penetrar, a mediados de junio, hasta Sultepec. La propuesta de paz explicaba los principios naturales y legales en que se había fundado el movimiento insurgente, reiteraba que la soberanía debería residir en la masa de la nación y que tanto España como América eran parte integrantes de la monarquía sujetas al mismo rey pero iguales entre sí, sin dependencia o subordinación respecto una de la otra.
TOMA DE OAXACA
El 25 de noviembre, Morelos y su ejército ocuparon la ciudad de Oaxaca, la cual era defendida por el teniente general Antonio González Saravia y José María de Régules. El gobierno insurgente de la ciudad de Oaxaca duró de 1812 hasta 1814, cuando fue recuperada la población por el ejército realista. Fue la primera y única vez en que Morelos pudo tomar el control de una ciudad importante. Fue en esta plaza donde Morelos recibió los Elementos constitucionales redactados por Ignacio López Rayón. .
Morelos fue nombrado el cuarto vocal de la Junta de Zitácuaro, pero se deslindó finalmente de la tesis fernandista, mediante una carta en la que solicitó "que se le quitara la máscara a la independencia, porque ya todos sabían la suerte de Fernando VII". Los vocales reclamaron cada uno para sí la jefatura de la Junta, entraron en una discusión que finalmente condujo a la desaparición de facto de este órgano de gobierno hacia la primera mitad de 1813.
MORELOS Y EL CONGRESO DE CHILPANCINGO
Debido a las diferencias que se habían suscitado entre Liceaga, Verduzco y Rayón, Morelos convocó en junio de 1813 un congreso que se instaló en Chilpancingo durante el mes de septiembre. El 14 de septiembre se dio inicio a la primera sesión del Congreso de Chilpancingo cuyo nombre oficial fue Congreso de Anáhuac, donde Morelos hizo leer a su secretario Juan Nepomuceno Rosáins los Sentimientos de la Nación. Este documento declaraba la independencia de la nación, la soberanía popular, la religión católica como única, la supresión de obvenciones, la división de poderes, la igualdad ante la ley, la abolición de las castas, la abolición de la esclavitud, la eliminación de la tortura, e instituía la celebración del 12 de diciembre para la Virgen de Guadalupe y el 16 de septiembre para conmemorar el inicio de la guerra de independencia proclamado por Miguel Hidalgo. Que la América es libre e independiente
de España y de toda otra nación. Al día siguiente, Morelos fue nombrado generalísimo de las fuerzas insurgentes y titular del poder ejecutivo. Sería llamado alteza, pero rechazó este título adoptando el de siervo de la Nación. En contraste con la posición de la Junta de Zitácuaro, la cual fue disuelta, el Congreso de Chilpancingo se dio a la tarea de definir jurídicamente las razones por las cuales la América mexicana debía ser libre de España. Este fue un punto de discordia con López Rayón quien manifestó no estar de acuerdo con el primer punto mencionado en los Sentimientos de la Nación, pues defendía que la tesis que había abrazado el movimiento autonomista de 1808, debería seguir subsistiendo, es decir, América era dependiente del rey de España, pero no de la nación española, por tanto, la independencia buscada no era con respecto a la Corona, sino del "gobierno ilegítimo" que se había reunido en Cádiz.
de España y de toda otra nación. Al día siguiente, Morelos fue nombrado generalísimo de las fuerzas insurgentes y titular del poder ejecutivo. Sería llamado alteza, pero rechazó este título adoptando el de siervo de la Nación. En contraste con la posición de la Junta de Zitácuaro, la cual fue disuelta, el Congreso de Chilpancingo se dio a la tarea de definir jurídicamente las razones por las cuales la América mexicana debía ser libre de España. Este fue un punto de discordia con López Rayón quien manifestó no estar de acuerdo con el primer punto mencionado en los Sentimientos de la Nación, pues defendía que la tesis que había abrazado el movimiento autonomista de 1808, debería seguir subsistiendo, es decir, América era dependiente del rey de España, pero no de la nación española, por tanto, la independencia buscada no era con respecto a la Corona, sino del "gobierno ilegítimo" que se había reunido en Cádiz.
En la provincia de México, el insurgente José Francisco Osorno derrotó al teniente José del Toro logrando atacar Tulancingo y burlando a las fuerzas virreinales El 25 de junio, el teniente coronel Fernández de Avilés venció a Hermenegildo Galeana en las cercanías de Coyuca (hoy de Benítez). Galeana fue herido de muerte por el soldado Joaquín León y su cabeza fue colocada en una ceiba en la plaza del pueblo.
Las desavenencias entre los insurgentes fueron incrementándose. Ignacio López Rayón, después de ser derrotado en Omealco, en lugar de unirse a Rosáins prefirió dirigirse a Zacatlán para construir cañones con la ayuda del platero Alconedo. A finales de mayo, Rosáins se dirigió a la carretera de Xalapa a Orizaba, en donde José Antonio Martínez se había posicionado para cobrar peaje a las caravanas realistas, debido a que este último era fiel a López Rayón, Rosáins decidió liquidarlo para después designar a Juan Pablo Anaya y Guadalupe Victoria como encargados de la misma zona. El 20 de junio desembarcó en Nautla el general francés Jean Josepeh Amable Humbert, quien dijo venir en representación de los Estados Unidos para apoyar a los insurgentes. López Rayón, entusiasmado, informó al Congreso de Anáhuac, pero Rosáins se le adelantó, designando a Anaya la misión de embarcarse junto con el francés hacia Nueva Orleans.
CONSTITUCIÓN DE APATZINGÁN
En contraste, el 15 de junio de 1814 el Congreso de Anáhuac terminó de redactar el Decreto Constitucional para la Libertad de la América Mexicana, mejor conocido como la Constitución de Apatzingán. Fue proclamada el 22 de octubre y estaba dividida en dos títulos: principios o elementos constitucionales y forma de gobierno, la cual se sustentó en tres poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial
Después de la promulgación de la Constitución de Apatzingán, Vicente Guerrero fue designado para emprender nuevamente la campaña en Oaxaca El Congreso de Anáhuac envió a Francisco Arróyave para sustituir a este último, pero lejos de obedecer las órdenes, Rosáins lo mandó fusilar bajo el cargo de traición el 21 de diciembre de 1814 en un paraje del cerro Colorado conocido con el mote de la Palma del Terror. Casi al mismo tiempo Agustín de Iturbide venció y liquidó a Manuel Villalongín en Puruándiro. Con la finalidad de prevenir cualquier desembarque de armas destinado a los insurgentes, la costa de Nautla fue asegurada por el coronel realista Manuel González de la Vega.
CAPTURA Y MUERTE DE MORELOS
Después de su retirada del cerro del Cóporo, Iturbide incursionó sin éxito en Michoacán en busca de los miembros del Congreso de Anáhuac. Al retirarse pasó por Pátzcuaro, en donde aprehendió a Bernardo Abarca y lo mandó fusilar en Tzintzuntzan. Para vengar la muerte de este último, el doctor José María Cos tomó las armas, uniéndose a los grupos insurgentes de Vargas y Carvajal. El Congreso lo conminó a regresar a su puesto, pero l, el doctor Cos publicó en Zacapu un manifiesto expresando su inconformidad l. Por otra parte declaró que los congresistas habían maniatado a los jefes militares insurgentes, cuestionando a cada paso sus acciones. En consecuencia el Congreso ordenó a José María Morelos arrestarlo, Cos fue sentenciado a muerte por su desacato, pero en base a sus méritos y a solicitud de José María Izazaga, se le conmutó la pena a prisión perpetua “Los hombres de leyes y los hombres de armas no llegaron a entenderse. En Puruarán, el 14 de julio de 1815, Morelos dirigió una carta al presidente de Estados Unidos, James Madison, solicitándole el reconocimiento de la independencia y el beneplácito para el recibimiento de un embajador enviado por los insurgentes
Los miembros del Congreso consideraron que no se encontraban seguros en Michoacán debido al asedio que sufrían constantemente. A manera de previsión política, nombraron un Junta Subalterna de Gobierno para ejercer acción en las provincias occidentales de Texas. José María Lobato Al enterarse de este traslado, Calleja designó al teniente coronel Manuel de la Concha para interceptar la caravana. El 5 de noviembre en una avanzada, Morelos, Lobato y Bravo enfrentaron a las fuerzas realistas en la Batalla de Temalaca. Morelos fue aprehendido por el ex insurgente Matías Carrasco. Nicolás Bravo se puso al frente del resto de la tropa pero los diputados le quitaron el mando militar. Manuel Mier y Terán tomó la decisión de disolver el Congreso bajo los mismos argumentos que había empleado el doctor Cos. Morelos fue llevado a la Ciudad de México. El 27 de noviembre el tribunal de la Inquisición lo declaró "hereje formal negativo, fautor de herejes, perseguidor y perturbador de los santos sacramentos, cismático, lascivo, hipócrita, enemigo irreconciliable del cristianismo, traidor a Dios, al Rey y al Papa". El obispo de Oaxaca, Antonio Bergosa y Jordán, realizó la degradación canónica. Por órdenes del virrey Calleja, el 22 de diciembre de 1815, Morelos fue fusilado en San Cristóbal Ecatepec.
RESISTENCIA, GUERRA DE GUERRILLAS (1815-1820)
Después de la muerte de Morelos, los grupos insurgentes lucharon de manera aislada; aproximadamente veinte mil rebeldes continuaron en pie de lucha Las fuerzas más disciplinadas de los insurgentes se encontraban distribuidas de la manera siguiente: Manuel Mier y Terán en Tehuacán, Guadalupe Victoria en Puente de Rey, José Francisco Osorno en Zacatlán y los llanos de Apan, cada uno de ellos contaba con dos mil hombres; los hermanos Ignacio y Ramón López Rayón operaban con setecientos hombres en el cerro del Cóporo; en el sur Nicolás Bravo, Julián de Ávila y Pablo Galeana comandaban ochocientos hombres; mientras que Vicente Guerrero en la Sierra Madre del Sur, Ramón Sesma en Silacayoapan y Juan del Carmen en la zona de la Mixteca baja contaban con quinientos; en la Lago de Chapala persistían ochocientos hombres bajo los mandos de José Santana, Encarnación Rosas y del padre Marcos Castellanos; en Michoacán, Manuel Muñiz, Garza y Correa contaban con cuatro mil hombres; el presbítero José Antonio Torres (homónimo del insurgente que había tomado Guadalajara en 1810 y muerto en 1811) tenía reclutados ochocientos hombres en El Bajío; Víctor Rosales operó en Zacatecas con trescientos hombres.251 Adicionalmente comenzaron a destacar Pedro Moreno que se estableció en el cerro del Sombrero cerca de León, Patricio López en Santa Gertrudis, José Antonio Couto en las Cumbres de Maltrata, el doctor Ignacio Couto en el cerro Palmillas, Melchor Múzquiz en Monte Blanco, José María Villapinto en Boquilla de Piedras, y Pedro Ascencio junto con el cura José Manuel Izquierdo en el Cerro Goleta.
Mientras los insurgentes habían disminuido considerablemente, en ese estado de cosas, las fuerzas realistas superaban los cuarenta mil efectivos. José de la Cruz contaba con tres mil trescientos sesenta y tres; la División de las Provincias Internas de Oriente al mando del brigadier Joaquín Arredondo, tres mil novecientos ochenta y siete; la División de las Provincias Internas de Occidente al mando de mariscal de campo Bonavia, doscientos setenta y nueve; en la Antigua California, el capitán Argüello contaba con ciento nueve y en Nueva California el teniente coronel Pablo Sola tenía tres mil seiscientos cinco hombres. A esta fuerza, se debía agregar un número de realistas indeterminado que se encontraban en pueblos pequeños
JUNTA DE JAUJILLA
La Junta Subalterna de Gobierno formada por el general Manuel Muñiz, el abogado Ayala, Dionisio Rojas, José Pagola y Felipe Carvajal— se estableció en Taretan. En febrero de 1816, el general insurgente Juan Pablo Anaya, siguiendo el ejemplo de Mier y Terán, sorprendió a los miembros en la hacienda de Santa Efigenia, reduciéndolos a prisión. Este hecho indignó a los jefes insurgentes que se encontraban en la zona. El comandante José María Vargas arrestó a Anaya y a sus seguidores, pero antes de ser pasados por armas lograron escapar. Vargas formó una nueva Junta Gubernativa en Uruapan, siendo encabezada por él mismo en compañía de Remigio Yarza, Víctor Rosales, el presbítero José Antonio Torres, José María Izazaga, Manuel Amador y José de San Martín.
Juan Pablo Anaya se reunió con Ignacio López Rayón y lo convenció de no reconocer a esta junta. Vargas y San Martín viajaron para negociar con el antiguo presidente de la Junta de Zitácuaro. A pesar de que Rayón nunca reconoció a esta junta, se renombraron a sus integrantes. La Junta de Jaujilla —la cual se conoció con este nombre porque se instaló en el fuerte de Jaujilla, en las ciénagas de Zacapu— quedó conformada con Ignacio Ayala, Mariano Tercero, José Pagola, Mariano Sánchez Arriola, Pedro Villaseñor y José de San Martín, como secretario del Despacho de Guerra fue nombrado Francisco Lojero y como secretario de Hacienda, Antonio Vallejo Durante esta reorganización el doctor José María Cos recobró su libertad, volvió con López Rayón, pero no permaneció en el Cóporo, optando por acogerse al indulto que Félix María Calleja había ofrecido a todos los rebeldes durante la captura de Morelos. Cos vivió en Pátzcuaro hasta 1819, fecha en la que falleció.
En los llanos de Apan, de febrero a abril de 1816, el coronel realista Manuel de la Concha confrontó a los insurgentes dirigidos por Francisco Osorno. A pesar de la victoria que este último obtuvo sobre su subalterno Juan Rafols el 18 de abril, tres días más tarde el propio De la Concha infligió una fuerte derrota a los rebeldes, quienes fueron perseguidos por Anastasio Bustamante. Osorno pudo escapar pero muchos de sus subalternos se rindieron y se acogieron al indulto, incorporándose a las filas realistas.
En Huachinango, el insurgente Mariano Guerrero se rindió ante el capitán Francisco de las Piedras, mientras que Alejandro Álvarez de Güitián venció a un pequeño grupo de independentistas que se habían fortificado en Tlaxcalantongo. En Huichapan, el sargento mayor Casasola persiguió a los hermanos Rafael y José Manuel Villagrán —últimos familiares de Julián—. Una vez vencidos, se acogieron al indulto.256 Manuel Mier y Terán dio órdenes de fortificar el cerro de Santa Gertrudis dejando a cargo a Francisco Miranda, el lugar fue asediado sin éxito por Saturnino Samaniego pues a la defensa del sitio se unió Juan Mier y Terán. En Pénjamo, Agustín de Iturbide logró dispersar a las fuerzas comandadas por el presbítero José Antonio Torres; enseguida, Pedro Monsalve continuó la persecución de los insurgentes llegando hasta Comanja pero en ese lugar fue rechazado por Pedro Moreno. En el sur, el comandante Pío María Ruiz fue obligado a replegarse en Huetamo por Vicente Guerrero.
En julio de 1816, Manuel Mier y Terán realizó una malograda expedición a Coatzacoalcos con la finalidad de ser abastecido de cuatro mil fusiles por el aventurero estadounidense William Davis Morrison. El 1 de septiembre, fue sorprendido en Playa Vicente por el comandante realista Pedro Garrido y aunque Mier y Terán pudo retirarse, Morrison cayó preso y más tarde fue fusilado. En su ruta de retirada, la expedición insurgente fue nuevamente atacada el 10 de septiembre en Tlacotalpan por el comandante Juan Bautista Topete, Mier y Terán logró la victoria logrando escapar a Tehuacán, lugar al que llegó el día 22 del mismo mes. Pocos días antes, Juan Mier y Terán había sido derrotado por el comandante realista Antonio Núñez Castro en Coxcatlán. Los sobrevivientes de este grupo de insurgentes pudieron reunirse con las fuerzas de Patricio López en la Sierra de Oaxaca. Durante el mes de agosto, Manuel de la Concha ordenó a Anastasio Bustamante realizar una campaña de persecución en los Llanos de Apan, la cual fue un éxito, pues obligó a Francisco Osorno a abandonar la zona, restableciendo la seguridad de los caminos para los convoyes realistas. Osorno huyó a Tehuacán para reunirse con las fuerzas de Mier y Terán.
EXPEDICIÓN DE FRANCISCO XAVIER MINA
Francisco Xavier Mina era un estudiante de jurisprudencia en Zaragoza durante la Invasión francesa a España. Empuñó las armas como voluntario de los ejércitos de la derecha y centro en su lugar de nacimiento. Luchando contra los invasores fue hecho prisionero y trasladado a Francia en 1810. Al regresar a su patria, en 1814, quedó consternado con la determinación de Fernando VII de abolir la Constitución gaditana y de las órdenes de aprehensión que se habían girado en contra de los políticos y pensadores de ideología liberal. En 1815 fue convencido por Servando Teresa de Mier de luchar contra el absolutismo, apoyando la independencia de las colonias americanas. De esta forma, zarpó el 15 de mayo de 1816 del puerto de Liverpool en compañía de oficiales españoles, italianos e ingleses. Antes de llegar a Nueva España, la expedición buscó recursos en Nueva Orleans, Galveston, Saint Thomas y Haití.
«Sólo el rey, los empleados y los monopolistas son los que se aprovechan de la sujeción de América en perjuicio de los americanos. Ellos, pues, son los únicos enemigos y los que quisieran eternizar el pupilaje en que los tienen, a fin de elevar su fortuna y la de sus descendientes sobre las ruinas de este infeliz pueblo. Permitidme, mexicanos, participar de vuestras gloriosas tareas, aceptad los servicios que os ofrezco en favor de vuestra sublime empresa y contadme entre vuestros compatriotas. ¡Ojalá acierte yo a merecer este título haciendo que vuestra libertad se enseñoree, o sacrificándole mi propia existencia! Entonces, en recompensa, decid a vuestros hijos: "Esta tierra fue dos veces inundada en sangre por españoles serviles, vasallos abyectos de un rey; pero hubo también españoles liberales y patriotas que sacrificaron su reposo y su vida por nuestro bien"».
RESISTENCIA DE GUERRERO
Vicente Guerrero se unió a las tropas de José María Morelos en El Veladero desde 1811. Por ende estuvo supeditado a la Junta de Zitácuaro y al Congreso de Chilpancingo, juró la Constitución de Apatzingán, reconoció la autoridad de la Junta de Jaujilla y las que posteriormente se formaron en la ranchería de Zárate y en la hacienda de las Balsas, reconociendo de esta forma la legalidad y continuidad insurgente. Hasta 1814 su papel fue secundario, pero después de las derrotas de Valladolid y Puruarán fue comisionado por Morelos para mantener la revolución en el sur, área cuya geografía conocía muy bien por sus actividades como arriero y comerciante anteriores al estallido de la lucha armada.
En 1816, rechazó el indulto ofrecido por el virrey Apodaca y prefirió mantenerse en pie de lucha. Participó en un sinnúmero de acciones militares, a veces favorables y a veces desfavorables, las cuales tuvieron lugar en La Mixteca, en la Costa Chica, en la Costa Grande, a lo largo de la zona del río Mezcala y en Tierra Caliente. Sus perseguidores más importantes fueron los comandantes realistas Félix de la Madrid y Gabriel de Armijo.
CONSUMACIÓN (1820-1821)
Se estima que habían muerto más de un millón de personas en Nueva España después de más de diez años de lucha. Es decir, una sexta parte de la población de la Nueva España había sido aniquilada durante la guerra. Los gastos de guerra, por otro lado, tanto en España como en América, llevaron al reino a la bancarrota. Las minas, muchas de ellas abandonadas, redujeron su producción a una tercera parte de los niveles que se tenían antes de 1810. La producción de las haciendas, de igual forma, fue mermada por falta de mano de obra. Como efecto secundario, la Iglesia dejó de recibir los diezmos habituales. La metrópoli española siguió imponiendo restricciones económicas y solicitando el envío de recursos para coadyuvar a su propia crisis. Los miembros del ejército virreinal estaban descontentos por los bajos sueldos y porque existía una abierta preferencia hacia las tropas expedicionarias que habían llegado de España desde 1812.
En España, la revolución iniciada por Rafael de Riego dio inicio al Trienio Liberal y de esta forma se restauró la vigencia de la Constitución de Cádiz.313 Fueron impuestas medidas anticlericales para restar poder a la Iglesia, entre ellas la expulsión de los jesuitas, la abolición de diezmo y de la Inquisición. Cuando la élite de Nueva España vio afectados sus intereses intentó rechazar la forma de gobierno liberal. Una serie de reuniones, encabezadas por el canónigo Matías de Monteagudo, tuvieron lugar en el oratorio de San Felipe Neri y fueron conocidas bajo el nombre de Conspiración de la Profesa. Sus miembros vieron en Agustín de Iturbide al jefe militar capaz de dar un giro a la lucha de Independencia, la cual en lugar de tener el matiz popular que habían abanderado Hidalgo y Morelos, se convirtió en un proyecto de la oligarquía novohispana que deseaba devolver a Fernando VII su poder absoluto.
PLAN DE IGUALA
Una vez que Iturbide logró establecer la paz con los insurgentes, comenzó su campaña epistolar. Envió una carta a Juan José Espinosa de los Monteros con el borrador del plan. Con la finalidad de ganar más adeptos, mandó emisarios para explicar sus intenciones a los comandantes realistas Pedro Celestino Negrete, Anastasio Bustamante y Luis Cortázar. Se reunió personalmente en Sultepec con el teniente coronel Miguel Torres. El compadre de Iturbide, Juan Gómez Navarrete, informó a los diputados, que se encontraban en Veracruz a punto de zarpar hacia España, el plan que se iba a proclamar. La mayor parte de ellos recibió con desconfianza la noticia.
El 24 de febrero de 1821, Iturbide proclamó el Plan de Iguala el cual se fundamentó en tres garantías: religión católica como única aceptada, unión de todos los habitantes, e independencia de la Nueva España. Se proponía la creación de una junta, lo cual había deseado Primo de Verdad desde 1808; la abolición de la esclavitud y defensa de la religión católica, lo cual había proclamado Hidalgo en 1810; se establecía que todos los habitantes sin distinción serían considerados ciudadanos, lo cual había proclamado Morelos en 1813; se proclamaba un régimen constitucional, por lo cual luchó Mina en 1817; se buscaba la unión y la paz para terminar con el derramamiento de sangre, lo cual, después de una década de luchas fraticidas, deseaba toda la población; se ratificaban los privilegios y los fueros del clero. Se creó el Ejército Trigarante conformado inicialmente por el ejército Insurgente y por las tropas realistas que se encontraban bajo el mando de Iturbide, quien asumió el puesto de jefe máximo.
El Plan de Iguala fue enviado al jefe político superior Apodaca, al arzobispo Pedro de Fonte y a otros funcionarios de la Nueva España. En una carta particular, Iturbide le pidió a Apodaca presidir la Junta Gubernativa que se contemplaba en el plan, le dijo que no creía que Fernando VII hubiese jurado voluntariamente la Constitución de Cádiz y que si el monarca o su familia accedían a gobernar Nueva España, se podría redactar una constitución moderada la cual permitiría reintegrar las preeminencias de las que habían sido despojados los miembros de la Iglesia.
Los absolutistas que habían participado en la Conspiración de La Profesa, vieron que el Plan de Iguala trastornaba sus planes originales, pues estos tan sólo consistían en proclamar la independencia de la colonia para erigir un trono al monarca absoluto o a alguno de los infantes de España.
Al mismo tiempo, mandó formar el Ejército del Sur con una tropa de cinco mil hombres inicialmente bajo el mando del mariscal de campo. El coronel José Gabriel de Armijo fue llamado para ser nuevamente comandante general del Sur, se unieron el batallón de Castilla del coronel Francisco Hevia, el batallón del Infante Carlos, parte de la caballería del regimiento del Príncipe y parte de la tropa comandada por el coronel Juan Ráfols que se encontraba en Tejupilco.
MÉXICO SURGE A LA VIDA INDEPENDIENTE
Desde el nombramiento de los integrantes de la Junta Provisional Gubernativa fue sintomático que no se encontrase ninguno de los antiguos líderes insurgentes. Se convocó a la elección de diputados para el Congreso Constituyente. Ésta fue por estamentos, lo que impidió una representación equitativa de las provincias. No obstante, se logró formar un grupo heterogéneo. Durante la primera asamblea se disputó la titularidad de la soberanía, la cual asumió el Congreso, provocándose así un claro distanciamiento con la Regencia, de la cual Iturbide era el titular. El 18 de mayo, los iturbidistas conformados por el alto clero y miembros del Ejército Imperial pidieron y obtuvieron la corona para Agustín I, quien fue coronado el 21 de julio de 1822.
La reducción de impuestos y alcabalas produjo una crisis económica, los sueldos del ejército no podían ser cubiertos. A pesar de que Iturbide envió a José Antonio de Echávarri a reprimir la sublevación, en febrero de 1823 se proclamó el Plan de Casa Mata, al cual se unieron los antiguos insurgentes Guadalupe Victoria, Nicolás Bravo y Vicente Guerrero. Se estableció un triunvirato conformado por Guadalupe Victoria, Nicolás Bravo y Pedro Celestino Negrete, cuyos suplentes fueron José Mariano de Michelena, Miguel Domínguez y Vicente Guerrero, dándose así el paso definitivo a la instauración del régimen republicano. La clase política estuvo integrada por centralistas, cuyos principales promotores eran los miembros.
ANTECEDENTES HISTÓRICOS
Presintiendo que el presidente Lerdo de Tejada intentaría reelegirse, Porfirio Díaz decidió levantarse en armas. Formado en la guerra de Reforma y durante la intervención francesa, Díaz gozaba de gran prestigio entre los militares y de renombre en los círculos políticos del país. Con el triunfo del Plan de Tuxtepec, el cual lo llevó a la Presidencia de México para gobernar el periodo que comprende de 1876 a 1911 con un breve intermedio durante el gobierno de Manuel González.
En los 31 años del Porfiriato se construyeron en México más de 19,000 kilómetros de vías férreas con la inversión extranjera; el país quedó comunicado por la red telegráfica; se realizaron inversiones de capital extranjero y se impulsó la industria nacional.
Una fase del porfiriato fue con la entrada de José Ives Limantour en Hacienda en 1893. Este periodo se caracterizó por el auge de las compañías enajenadoras de terrenos comunes baldíos, la modificación de la Constitución de 1857, que dio paso a las reelecciones y la aprobación de la ley que otorgaba la gran explotación minera a los capitales de los Estados Unidos y la Gran Bretaña. Limantour, tras la crisis de 1892, abrió el país a la inversión extranjera y promovió la creación de nuevas industrias. La corrupción, el fraude electoral y la represión fueron la propuesta de la administración Díaz a las tensiones sociales, nacidas del contraste entre una oligarquía poderosa que controlaba los resortes económicos y políticos frente a 12 millones de personas ligadas a la tierra. La crisis de 1907 y las luchas en el seno del gobierno favorecieron el inicio de la revolución mexicana, dirigida por Madero.
En este periodo se continuó el esfuerzo iniciado con Manuel González por superar la educación en todos sus niveles; hombres de la talla de Joaquín Baranda, Ezequiel Chávez, Enrique C. Rébsamen, Ignacio Manuel Altamirano y Justo Sierra Méndez le dieron lustre a este proceso que incluyó desde los jardines de niños hasta la educación superior, pasando por la formación de maestros.
Aunque Porfirio Díaz reiteraba que ya el país se encontraba listo para la democracia, realmente nunca quiso dejar el poder y en 1910, a la edad de 80 años, presentó su candidatura para una nueva reelección, la cual fue rechazada por el público obrero. Ante estos hechos, Francisco I. Madero convocó a la rebelión, la cual surgió el 20 de noviembre de ese año, y terminó con la entrada triunfal a la ciudad, derrotando al dictador.
Chihuahua fue el principal escenario de las derrotas porfiristas ya que Pancho Villa y Pascual Orozco conquistaron Ciudad Guerrero, Mal Paso, venció en la batalla de Casas Grandes, Chihuahua y la toma de Ciudad Juárez, por el Sur, Emiliano Zapata al frente de sus tropas campesinas, amagaban la capital y derrotaron en Cuautla el 5to. Regimiento de Oro (el mejor batallón del ejército federal) aunque irrelevantes en el plano militar, fueron las batallas que facilitaron el camino de los revolucionarios hacia la victoria contra la dictadura. Habiendo tenido esos fracasos en el terreno militar y otros en el plano de las negociaciones, Díaz prefirió renunciar a la presidencia y abandonó el país en mayo de 1911.
ACTIVIDAD MARÍTIMA Y PORTUARIA
Durante esta época la marina mercante nacional recibió un impulso inusitado. Se legisló mediante códigos de fechas 1884 y 1889, se reconoció que la marina se encontraba en un estado deplorable.
El jefe del Departamento de Marina, de la Secretaría de Guerra y Marina, opina que la Marina Mercante Nacional es una idea tan noble como levantada y por lo mismo, había que fomentar la construcción de astilleros y de barcos para ella. En 1897 fue inaugurada la Escuela Naval Militar en la que se preparaban oficiales para la marina de guerra. También se crearon las compañías Transatlántica Mexicana, la mexicana de Navegación y la Naviera del Pacífico, que perduraron por varias décadas. Al final del Porfiriato se intensificó el tráfico marítimo en el Golfo de México, toda vez que llegaban periódicamente buques de diez compañías navieras, entre europeas, estadounidenses y mexicanas. Por lo que toca al Pacífico, solo una línea inglesa y dos mexicanas daban servicio. Motivo de preocupación del gobierno, fue el enlace de los puertos con el interior del país y para ese fin se construyeron las vías férreas que comunicaron a Veracruz con la capital, Salina Cruz y Coatzacoalcos; no se concluyó la de México a Acapulco y solamente una parte de la México a Tampico.
OBRAS DE LA SECRETARÍA DE COMUNICACIONES Y OBRAS PÚBLICAS
El 13 de mayo de 1891 se promulgó una Ley expedida por el Congreso, virtud a la cual se establecía la distribución de los quehaceres públicos del Poder Ejecutivo en siete Secretarías de Estado, entre las que figuraba por primera vez la de Comunicaciones y Obras Públicas, lo que viene a significar un cambio en la política de construcción de caminos, considerándose que las carreteras y su desarrollo eran indispensables para impulsar la economía del país.
A fin de organizar las instancias administrativas dispersas que atendían los servicios de comunicación nacional, quedaron incorporados a este nuevo Ministerio 12 sectores: Correos Internos, Vías Marítimas de Comunicación o Vapores, Faros, Unión Postal Universal, Telégrafos y Teléfonos, Ferrocarriles, Monumentos, Carreteras, Calzadas y Puentes, Lagos y Canales, Consejería y Obras con el Palacio Nacional y Chapultepec, y Desagüe del Valle de México.
CULTURA Y SOCIEDAD
La literatura fue el campo cultural que más avances tuvo en el Porfiriato. En 1849, Francisco Zarco fundó el Liceo Miguel Hidalgo, que formó a poetas y escritores durante el resto del siglo XIX en México. Los egresados de esta institución se vieron influenciados por el Romanticismo. Al restaurarse la república, en 1867 el escritor Ignacio Manuel Altamirano fundó las llamadas "Veladas Literarias", grupos de escritores mexicanos con la misma visión literaria. Entre este grupo se contaban Guillermo Prieto, Manuel Payno, Ignacio Ramírez, Vicente Riva Palacio, Luis G. Urbina, Juan de Dios Peza y Justo Sierra. Hacia fines de 1869 los miembros de las Veladas Literarias fundaron la revista "El Renacimiento", que publicó textos literarios de diferentes grupos del país, con ideología política distinta. Trató temas relacionados con doctrinas y aportes culturales, las diferentes tendencias de la cultura nacional en cuanto a aspectos literarios, artísticos, históricos y arqueológicos. Arte y cultura en el Porfiriato. El escritor guerrerense Ignacio Manuel Altamirano creó grupos de estudio relacionados a la investigación de la Historia de México, las Lenguas de México, pero asimismo fue impulsor del estudio de la cultura universal. Poco después surgió en México el modernismo, que abandonó el orgullo nacionalista para recibir la influencia francesa. Esta teoría fue fundada por el poeta nicaragüense Rubén Darío y proponía una reacción contra lo establecido por las costumbres literarias, y declaraba la libertad del artista sobre la base de ciertas reglas, inclinándose así hacia el sentimentalismo.
Como consecuencia de la filosofía positivista en México, se dio gran importancia al estudio de la historia. El gobierno de Díaz necesitaba lograr la unión nacional, debido a que aún existían grupos conservadores en la sociedad mexicana. Por ello, el Ministerio de Instrucción Pública, dirigido por Justo Sierra usó la historia patria como un medio para lograr la unidad nacional. Se dio importancia especial a la Segunda Intervención Francesa en México, a la vez que se abandonó el anti hispanismo presente en México desde la Independencia.
En 1887, Díaz inauguró la exhibición de monolitos prehispánicos en el Museo Nacional, donde también fue mostrada al público una réplica de la Piedra del Sol o Calendario Azteca. En 1908 el museo fue dividido en dos secciones: Museo de Historia Natural y Museo de Arqueología
El valle de México, pintado en 1885 por Velasco. El paisajismo mexicano tuvo gran auge durante la época en que Porfirio Díaz gobernó al país. En general, la cultura mexicana se vio afectada por los cambios económicos y políticos, y se desarrolló un arte en dos etapas. La primera, que comprende de 1876 a 1888 representó el auge del nacionalismo. La segunda y última fase del arte porfiriano empezó en 1888 y finalizó con el gobierno de Díaz, en 1911 y se caracterizó por una preferencia cultural hacia Francia y su cultura. En 1891 fue promulgada la Ley Reglamentaria de Educación, que estableció la educación como laica, gratuita y obligatoria. Asimismo fueron instituidos los llamados Comités de Vigilancia.
Para que los padres y tutores cumplieran con la obligación constitucional de mandar a sus hijos o pupilos a la escuela. Baranda fundó más de doscientas escuelas para maestros, que una vez egresados se dirigieron a enseñar a las ciudades del país. Sin embargo, en las zonas rurales la falta de desarrollo social provocó un rezago educativo.
Durante las fiestas del Centenario de la Independencia de México, Justo Sierra presentó ante el Congreso de la Unión, una iniciativa para crear la Universidad Nacional de México, como dependencia agregada al Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes. La ley fue promulgada el 26 de mayo, y el primer rector universitario fue Joaquín Eguía Lis, durante los años de 1910 a 1913.
LA POLÍTICA EXTERIOR
A la par de la búsqueda por la estabilidad política mediante la reorganización y control del ejército y la pacificación del país, el Presidente Díaz encaminó sus esfuerzos a obtener el reconocimiento internacional. De las naciones europeas que había firmado la convención de Londres – por la cual se originó la guerra de intervención- y con la que México había roto relaciones diplomáticas-, Gran Bretaña fue la última en reconocer al gobierno de Díaz (1884). España lo otorgó el mismo año en que el general oaxaqueño asumió la presidencia, 1877, y Francia lo hizo en 1880.
Para el logro de sus objetivos en política exterior, el Presidente Porfirio Díaz contó con la colaboración de expertos que se habían forjado en las últimas décadas. Las dos figuras más importantes, fueron sin duda, Matías Romero e Ignacio Mariscal. En abril de 1878, Estados Unidos reconoció el gobierno del presidente Díaz. Con la modificación de una serie de leyes México abrió sus puertas a la inversión extranjera. Las principales fuentes de capital extranjero invertido en México durante el Porfiriato venían de Estados Unidos y Gran Bretaña. Estados Unidos compartía con México el interés por desarrollar sistemas de comunicación que facilitaran el comercio e hicieran más estrechos los vínculos económicos entre ambos países; por tal motivo, gran parte del capital invertido en México estuvo dirigido hacia la construcción de una amplia red ferroviaria que uniera a las principales ciudades del país y –mediante conexiones– se extendiera más allá de la frontera norte hasta alcanzar importantes ciudades norteamericanas.
Con las grandes propiedades, la agricultura se orientó a la exportación y creció espectacularmente, sobre todo en la producción de henequén, café, cacao, hule y chicle. No obstante, la importancia de los capitales norteamericanos para el proyecto modernizador del gobierno mexicano –Estados Unidos siempre fue en primer inversionista y socio comercial de México–, Díaz nunca dejo de mostrarse receloso de su participación en las áreas estratégicas de la economía nacional. Por ello desde los albores de su régimen, Díaz fomento la participación de capitales europeos para contrarrestar la influencia que pudieran tener los norteamericanos en los asuntos internos de México. Un factor que favoreció en gran medida las inversiones británicas fue la participación que los miembros del gobierno mexicano tuvieron en las empresas extranjeras –mineras, petroleras, ferrocarrileras, y de servicios principalmente.
Pero los capitales extranjeros no lo eran todo. Para impulsar el desarrollo económico y el progreso material, la política exterior del Porfiriato fue la piedra angular. Durante los 34 años de dictadura el gobierno mexicano se comportó con independencia y valentía frente a las presiones que por momentos ejercía Washington sobre la administración de Díaz. El cumplimiento de los compromisos de la deuda definió desde 1878, la estabilidad y cordialidad de la relación bilateral.
La política exterior de aquellos años, conducida por Porfirio Díaz y por sus Ministros de Relaciones Exteriores, Ignacio Luis Vallarta e Ignacio Mariscal fue radicalmente opuesta a la que se siguió en la primera mitad del siglo. Lejos de ser vaga e idealista con posiciones tajantes que no admitían negociación (como se demostró en el caso de Texas), esta diplomacia tuvo objetivos muy concretos -como lo fue el lograr el reconocimiento norteamericano- que iban a ser alcanzados con acciones pragmáticas y acomodaticias. Después de todo, si la finalidad era el desarrollo económico y esto requería de estabilidad y orden, ¿no era mejor acaso tener a los norteamericanos como socios y no como enemigos? De hecho, el gobierno de Díaz mataba así dos pájaros de un tiro, ya que era obvio que no solo necesitaba evitar el conflicto, sino que también requería del capital y de la tecnología del vecino del norte para el ansiado desarrollo económico. Ambas cosas las consiguió al mismo tiempo.
A pesar de toda la relación con Estados Unidos marchó como en ningún otro momento del siglo XIX: en un ambiente de amistad, paz y apoyo. Con las fronteras abiertas a las inversiones extranjeras y la estabilidad política garantizada por don Porfirio, el gobierno estadounidense respiró tranquilo en Washington durante más de tres decenios. Tan estable se presentaba la administración de Díaz, que los políticos de Estados Unidos se convirtieron en accionistas de las principales compañías petroleras y ferrocarrileras. Es de Díaz, la frase "Tan Lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos".
REVOLUCIÓN MEXICANA
Los antecedentes del conflicto se refieren a la situación de México bajo el Porfiriato. Desde 1876 el general oaxaqueño Porfirio Díaz encabezó el ejercicio del poder en el país de manera dictatorial. La situación se prolongó por 33 años, durante los cuales México experimentó un notable crecimiento económico y estabilidad política. Estos logros se realizaron con altos costos económicos y sociales, que pagaron los estratos menos favorecidos de la sociedad y la oposición política al régimen de Díaz. Durante la primera década del siglo XX estallaron varias crisis en diversas esferas de la vida nacional, que reflejaban el creciente descontento de algunos sectores con el Porfiriato. Madero logró escapar de la prisión estatal y huyó a los Estados Unidos. Desde San Antonio proclamó el Plan de San Luis, que llamaba a tomar las armas contra el gobierno de Díaz el 20 de noviembre de 1910. El conflicto armado tuvo lugar en primera instancia al norte del país y posteriormente se expandió a otras partes del territorio nacional. Una vez que los sublevados ocuparon Ciudad Juárez (Chihuahua), Porfirio Díaz presentó su renuncia y se exilió en Francia. En 1911 se realizaron nuevas elecciones d
onde resultó electo Madero. Desde el comienzo de su mandato tuvo diferencias con otros líderes revolucionarios, que provocaron el levantamiento de Emiliano Zapata y Pascual Orozco contra el gobierno maderista. En 1913 un movimiento contrarrevolucionario, encabezado por Félix Díaz, Bernardo Reyes y Victoriano Huerta, dio un golpe de Estado. El levantamiento militar, conocido como Decena Trágica, terminó con el asesinato de Madero, su hermano Gustavo y el vicepresidente Pino Suárez. Huerta asumió la presidencia, lo que ocasionó la reacción de varios jefes revolucionarios como Venustiano Carranza y Francisco Villa. A partir de ese suceso se profundizaron las diferencias entre las facciones que habían luchado contra Huerta, lo que desencadenó nuevos conflictos. Carranza, jefe de la Revolución de acuerdo con el Plan de Guadalupe, convocó a todas las fuerzas a la Convención de Aguascalientes para nombrar un líder único. En esa reunión Eulalio Gutiérrez fue designado presidente del país, pero las hostilidades reiniciaron cuando Carranza desconoció el acuerdo. Después de derrotar a la Convención, los constitucionalistas pudieron iniciar trabajos para la redacción de una nueva constitución y llevar a Carranza a la presidencia en 1917. La lucha entre facciones estaba lejos de concluir. En el reacomodo de las fuerzas fueron asesinados los principales jefes revolucionarios: Zapata en 1919, Carranza en 1920, Villa en 1923, y Obregón en 1928.
Los antecedentes del conflicto se refieren a la situación de México bajo el Porfiriato. Desde 1876 el general oaxaqueño Porfirio Díaz encabezó el ejercicio del poder en el país de manera dictatorial. La situación se prolongó por 33 años, durante los cuales México experimentó un notable crecimiento económico y estabilidad política. Estos logros se realizaron con altos costos económicos y sociales, que pagaron los estratos menos favorecidos de la sociedad y la oposición política al régimen de Díaz. Durante la primera década del siglo XX estallaron varias crisis en diversas esferas de la vida nacional, que reflejaban el creciente descontento de algunos sectores con el Porfiriato. Madero logró escapar de la prisión estatal y huyó a los Estados Unidos. Desde San Antonio proclamó el Plan de San Luis, que llamaba a tomar las armas contra el gobierno de Díaz el 20 de noviembre de 1910. El conflicto armado tuvo lugar en primera instancia al norte del país y posteriormente se expandió a otras partes del territorio nacional. Una vez que los sublevados ocuparon Ciudad Juárez (Chihuahua), Porfirio Díaz presentó su renuncia y se exilió en Francia. En 1911 se realizaron nuevas elecciones d
onde resultó electo Madero. Desde el comienzo de su mandato tuvo diferencias con otros líderes revolucionarios, que provocaron el levantamiento de Emiliano Zapata y Pascual Orozco contra el gobierno maderista. En 1913 un movimiento contrarrevolucionario, encabezado por Félix Díaz, Bernardo Reyes y Victoriano Huerta, dio un golpe de Estado. El levantamiento militar, conocido como Decena Trágica, terminó con el asesinato de Madero, su hermano Gustavo y el vicepresidente Pino Suárez. Huerta asumió la presidencia, lo que ocasionó la reacción de varios jefes revolucionarios como Venustiano Carranza y Francisco Villa. A partir de ese suceso se profundizaron las diferencias entre las facciones que habían luchado contra Huerta, lo que desencadenó nuevos conflictos. Carranza, jefe de la Revolución de acuerdo con el Plan de Guadalupe, convocó a todas las fuerzas a la Convención de Aguascalientes para nombrar un líder único. En esa reunión Eulalio Gutiérrez fue designado presidente del país, pero las hostilidades reiniciaron cuando Carranza desconoció el acuerdo. Después de derrotar a la Convención, los constitucionalistas pudieron iniciar trabajos para la redacción de una nueva constitución y llevar a Carranza a la presidencia en 1917. La lucha entre facciones estaba lejos de concluir. En el reacomodo de las fuerzas fueron asesinados los principales jefes revolucionarios: Zapata en 1919, Carranza en 1920, Villa en 1923, y Obregón en 1928.
ANTECEDENTES DE LA REVOLUCIÓN MEXICANA
Porfirio Díaz, un mestizo oaxaqueño que se destacó en los ejércitos liberales combatiendo contra grupos conservadores y que participó en la Intervención Francesa, había asumido la presidencia desde 1876, tras el triunfo de la rebelión de Tuxtepec, y para el final de su séptimo mandato, en 1910, había mantenido una dictadura de 34 años.
Durante los últimos años de su gobierno Díaz gozó de poca credibilidad y sus opositores se iban incrementando debido a que se padecieron diversas crisis simultáneas en todos los ámbitos: social, político, económico y cultural.
ANTECEDENTES ECONÓMICOS Y SOCIALES
Durante la Colonia muchos pueblos pudieron conservar algunas propiedades comunales, llamadas de forma genérica «ejidos». La Ley Lerdo de 1856 declaró baldías las propiedades corporativas, particularmente las de la Iglesia y las comunidades indígenas. Entre 1889 y 1890 el gobierno de Díaz dispuso que las tierras comunales se hicieran parcelables. Los nuevos propietarios, no acostumbrados a la propiedad privada, fueron estafados por particulares o funcionarios. Como resultado mucha de la población indígena se vio sin posesión de tierras y tuvo que emplearse en las haciendas cercanas. Otra serie de leyes de deslinde de los años 1863, 1883 y 1894, en las que una parcela sin su respectivo título podía considerarse como terreno baldío, propició que aquellos que tuvieran los recursos necesarios se hicieran con grandes porciones de tierra. Para 1910 menos del 1% de las familias en México poseían o controlaban cerca del 85% de las tierras cultivables. Los pueblos, donde se albergaba el 51% de la población rural, contaban con tan sólo pequeñas porciones de tierra y la mayor parte de ella dependía de las haciendas vecinas. Además, las leyes y la situación nacional favorecían a los hacendados, pues eran los únicos con acceso a créditos y a proyectos de irrigación por ejemplo. Por su parte, los pequeños pueblos y agricultores independientes se veían obligados a pagar altísimos impuestos.
Otra de las repercusiones del deslinde de tierras y el fraccionamiento de las tierras comunales indígenas fue que algunos de ellos se rebelaron contra el gobierno. Los conflictos, que tuvieron lugar a finales del siglo XIX y principios del XX, fueron protagonizados por mayas, tzotziles, coras, huicholes y rarámuris, entre otros. Los conflictos más duraderos fueron los ocurridos en Yucatán, Quintana Roo y Sonora. Ante dichos grupos se tomó una política de deportación, Yucatán y Quintana Roo fueron los principales destinos. En el norte el gobierno de Díaz tomó contra los yaquis una política de violenta represión y deportación hacia el sur del país. El momento cumbre contra este grupo tuvo lugar en 1908, momento para el cual entre un cuarto y la mitad de su población había sido enviada a las plantaciones de henequén en Yucatán. A la postre, estos grupos étnicos habrían de colaborar con las fuerzas revolucionarias.
ANTECEDENTES SOCIALES
Durante el gobierno de Díaz existían numerosos latifundios, y el 80% de la población mexicana dependía del salario rural. Además, las tiendas de raya consistían en una práctica común en estos lugares, en los que se otorgaban los salarios de los trabajadores en mercancía. Mediante este sistema se lograba que los trabajadores alcanzaran tal cantidad de crédito, que quedaban endeudados de por vida. Este sistema, junto con prácticas que eran cotidianas como la contratación por engaño o la adjudicación de una deuda inexistente, es conocido como «enganche», sistema que involucraba elementos coercitivos, extraeconómicos y extralegales. Las leyes de la nación raras veces se aplicaban dentro de las haciendas, donde los trabajadores eran vistos como esclavos u objetos de propiedad, existiendo prácticamente una especie de feudalismo. En el campo además actuaba el llamado Cuerpo de Rurales, el cual era un grupo policíaco encargado de «resguardar la paz», generalmente a través de métodos brutales. Otra práctica de este grupo era la leva, o reclutamiento obligatorio.
En las ciudades, a partir de 1906 comenzaron a surgir numerosos movimientos obreros —son representativas en este rubro las huelgas de Cananea y Río Blanco—, que habrían de ser reprimidos por el gobierno mediante el uso de la fuerza militar. Diversos intelectuales lucharon por defender los derechos de la clase obrera, tal como el caso de Lázaro Gutiérrez de Lara, Práxedis G. Guerrero, Juan Sarabia y Ricardo Flores Magón, quien había alentado los movimientos obreros en Cananea y Río Blanco.
ANTECEDENTES POLÍTICOS
El coahuilense Francisco I. Madero fue cabeza del Partido Nacional Anti reeleccionista y autor del Plan de San Luis, que convocaba a tomar las armas contra el gobierno de Díaz. El sistema político del gobierno de Díaz sufrió una severa crisis debido al envejecimiento del presidente y su camarilla, conocidos comúnmente como «los Científicos», lo que lo volvió un sistema excluyente al que no tenían acceso las nuevas generaciones.
FRANCISCO I. MADERO
Después de las declaraciones de Díaz en la entrevista de Creelman, publicó un libro en el que hizo un análisis de la situación política y al mismo tiempo criticó el gobierno de Díaz. Numerosos ex-reyistas se sumaron al movimiento anti reeleccionista, lo que le brindó experiencia política e incluso militar al movimiento, además del apoyo de las clases sociales altas, medias y bajas. Algunas figuras importantes que se sumaron a este movimiento fueron Venustiano Carranza, Francisco Vázquez Gómez, Luis Cabrera y José M. Maytorena.
Después de las declaraciones de Díaz en la entrevista de Creelman, publicó un libro en el que hizo un análisis de la situación política y al mismo tiempo criticó el gobierno de Díaz. Numerosos ex-reyistas se sumaron al movimiento anti reeleccionista, lo que le brindó experiencia política e incluso militar al movimiento, además del apoyo de las clases sociales altas, medias y bajas. Algunas figuras importantes que se sumaron a este movimiento fueron Venustiano Carranza, Francisco Vázquez Gómez, Luis Cabrera y José M. Maytorena.
PLAN DE SAN LUIS
Las elecciones se realizaron el 26 de junio de ese año, resultando electos Díaz y Corral. Durante el mes de septiembre se llevaron a cabo numerosas celebraciones con motivo del centenario de la independencia. Para tal ocasión asistieron embajadores y ministros plenipotenciarios de diversos países que mantenían relaciones internacionales con el país: de España acudió el representante personal de Alfonso XIII el marqués Camilo de Polavieja, quien llevó el uniforme de José María Morelos y Pavón para entregárselo al gobierno mexicano; por los Estados Unidos asistió el embajador especial Curtiss Guild; concurrieron además Carl Buenz embajador especial de Alemania; Chan Tin Fang, embajador de China; el mayor general Enrique Loynaz de Cuba; y Paul Lafebre de Francia entre otros.
El 6 de octubre Madero escapó de San Luis Potosí con destino a San Antonio, Texas, donde se reunió con sus familiares y partidarios. Allí redactó junto con un pequeño grupo —entre los que destacaban Juan Sánchez Azcona (ex-revista) y Roque Estrada—un documento conocido como Plan de San Luis, aunque en realidad el texto apareció fechado el 5 de octubre en San Luis Potosí El plan convocaba a la lucha armada; declaraba nulas las elecciones para presidente, vicepresidente, magistrados de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y diputados y senadores; se reconocía como presidente provisional y «Jefe de la Revolución» a Madero; y se insistía en reivindicaciones de carácter social para indígenas y obreros. Asimismo, señaló el 20 de noviembre como la fecha en que todos los mexicanos debían levantarse en armas contra el gobierno. Junto con este documento, Madero escribió un manifiesto dirigido al Ejército Federal, en el que se le exhortaba a unirse al movimiento revolucionario.
REVOLUCIÓN MADERISTA
El 20 de noviembre, fecha señalada para comenzar la Revolución mexicana, tuvieron lugar 13 levantamientos: ocho en Chihuahua, una en Durango, una en San Luis Potosí y tres en Veracruz, todos principalmente en zonas rurales. Dentro de dichos movimientos destacaron los de Pascual Orozco y Francisco Villa en Chihuahua; José María Maytorena y Eulalio y Luis Gutiérrez en Coahuila; Jesús Agustín Castro en Gómez Palacio, Durango; Cesáreo Castro en Cuatro Ciénagas, Coahuila; José de la Luz Blanco en Cuchillo Parado, Chihuahua; los hermanos Figueroa en Guerrero; y Emiliano Zapata en Morelos.
El primer encuentro entre revolucionarios y tropas federales tuvo lugar el 21 de noviembre en Ciudad Guerrero, Chihuahua, donde las huestes de Pascual Orozco, seguidor de Abraham González, se enfrentaron contra el tercer regimiento caballería, al mando del capitán Salvador Ormachea. Orozco finalmente se apoderó de la ciudad el 30 de noviembre y partió hacia Pedernales, donde derrotó a las tropas federales. Para finales de ese mes, la lucha se había extendido a siete estados de la república.
El 15 de diciembre de 1910, Francisco Villa fue desalojado de San Andrés por tropas federales al mando del teniente coronel Agustín Martínez. Posteriormente enfrentó al general Navarro y decidió retirarse a Parral.
PLÁTICAS ENTRE MADERISTAS Y EL GOBIERNO
El padre de Madero y su hermano Gustavo se reunieron con José Ives Limantour, ministro de Hacienda y Crédito Público, en Nueva York. Durante el encuentro le entregaron una propuesta de la Junta Revolucionaria, en donde se pedía al gobierno la adopción de la no reelección, la renuncia del vicepresidente Corral, la democratización del gobierno y que se garantizara la libertad política.66
A su regreso a la capital, Limantour convenció a Díaz de efectuar cambios en su gabinete, por lo que todos, a excepción de dos funcionarios, fueron reemplazados. Además, Díaz envió al Congreso una iniciativa de ley para prohibir la reelección. Dichos cambios resultaron insuficientes para Madero, quien siguió insistiendo en la renuncia de Díaz y Corral.
Las negociaciones entre maderistas y el gobierno continuaron, tratando de llegar a un arreglo en el que Díaz siguiera en el poder. Representantes del porfirismo ofrecieron incluso la renuncia de Corral, la facultad a los maderistas de nombrar cuatro ministros del gabinete y catorce gobernadores. Aunque Madero estaba dispuesto a aceptar, sus colaboradores se opusieron, por lo que al final se rompieron las negociaciones. Desde el 11 de abril, Madero y sus tropas establecieron un cuartel general cerca de Ciudad Juárez, en los márgenes del río Bravo, pactándose más tarde un armisticio.
TOMA DE CIUDAD JUÁREZ
Ciudad Juárez era defendida por el general Juan Navarro y el coronel de infantería Manuel Tamborrell, quienes estaban a cargo de las tropas y de la guarnición respectivamente. Los revolucionarios, liderados por Orozco y Villa, desobedeciendo las órdenes de Madero, atacaron la guarnición de Ciudad Juárez los días 8 y 9 de mayo y logrando penetrar sus trincheras. Infructuosamente, Madero intentó detener la embestida, pero más rebeldes se unieron paulatinamente a la transgresión, por lo que finalmente decidió dar la orden al resto de sus hombres de proseguir el asalto.
Las tropas revolucionarias finalmente tomaron la plaza el día 10, obligando al general Navarro a capitular. Entonces, Madero, de acuerdo al Plan de San Luis, fue nombrado presidente provisional y constituyó su Consejo de Estado, en el que incluía entre otros a Venustiano Carranza, su hermano Gustavo y José María Pino Suárez. El 17 de mayo se firmó un armisticio de cinco días aplicable a toda la República mexicana. Al término de éste, se firmó un tratado de paz en dicha ciudad, lo que dio fin a la revolución maderista.
TRATADOS DE CIUDAD JUÁREZ
El día 21 de ese mes, se firmó en esa misma ciudad un documento conocido como Tratados de Ciudad Juárez, el cual establecía lo siguiente: En Ciudad Juárez, a los 21 días del mes de mayo de 1911, reunidos en el edificio de la Aduana Fronteriza los señores: licenciado Francisco S. Carvajal, representante del gobierno del señor general don Porfirio Díaz; doctor Francisco Vázquez Gómez, Francisco Madero padre y licenciado José María Pino Suárez, como representantes los tres últimos de la Revolución, para tratar de hacer cesar las hostilidades en todo el territorio nacional, y considerando:
1. Que el señor general Porfirio Díaz ha manifestado su resolución de renunciar a la presidencia de la República antes de que termine el mes en curso.
2. Que el señor Ramón Corral renunciará igualmente a la vicepresidencia
3. Que el señor Francisco León de la Barra se encargará interinamente del Poder Ejecutivo de la nación y convocará a elecciones
4. Que el nuevo gobierno acordará lo conducente a las indemnizaciones por los perjuicios causados directamente por la Revolución
Único: Desde hoy cesarán en todo el territorio de la República las hostilidades que han existido entre las fuerzas del general Díaz y las de la Revolución, debiendo éstas estar licenciadas a medida se vayan dando los pasos necesarios para restablecer y garantizar la paz y el orden público
RENUNCIA DE DÍAZ
El día 25 de mayo, Porfirio Díaz se presentó en la Cámara de Diputados para entregar su renuncia ante el pleno mediante un documento en el que declaraba: A los CC. Secretarios del H. Cámara de Diputados.
Presente.
El Pueblo mexicano, ese pueblo que tan generosamente me ha colmado de honores, que me proclamó su caudillo durante la guerra de Intervención[...] se ha insurreccionado en bandas milenarias armadas, manifestando que mi presencia en el ejercicio del Supremo Poder Ejecutivo, es causa de su insurrección.
No conozco hecho alguno imputable a mí que motivara ese fenómeno social; pero permitiendo, sin conceder, que pueda ser culpable inconsciente, esa posibilidad hace de mi persona la menos apropósito para raciocinar y decir sobre mi propia culpabilidad. En tal concepto (v) engo ante la Suprema Representación de la Nación a dimitir sin reserva el encargo de Presidente Constitucional de la República
INTERINATO DE LEÓN DE LA BARRA
Francisco León de la Barra asumió la presidencia interina tras la renuncia de Porfirio Díaz. Las renuncias tanto del presidente como del vicepresidente dieron lugar a que el entonces secretario de Relaciones Exteriores, Francisco León de la Barra, tomara posesión de la presidencia el mismo 25 de mayo de forma interina, manteniéndose en el poder alrededor de seis meses. De la Barra formó un gabinete plural en el que se incluyeron porfiristas, maderistas e independientes, lo cual ocasionó una grave crisis política, acrecentada con la actitud que tomó Madero frente a los grupos revolucionarios, lo cual causó severas brechas. Durante el interinato, De la Barra y Madero protagonizaron un constante antagonismo.
PRESIDENCIA DE MADERO (1911-1913)
Durante el mandato de Madero se transformó casi en su totalidad la pirámide del poder: llegaron nuevos gobernadores, muy diferentes a los que habían participado en el gobierno de Díaz, además de que viejos jefes políticos se vieron desplazados por un nuevo aparato gubernativo dominado por las clases medias, aunque obreros y campesinos siguieron relegados de los procesos políticos.
MOVIMIENTO ZAPATISTA
Emiliano Zapata proclamó el Plan de Ayala, documento que desconocía el gobierno maderista.
Dos días después de la toma de posesión de Madero, el presidente envió un representante a Morelos pidiendo que Zapata licenciara sus tropas. Zapata puso como condiciones que el gobernador del Estado Ambrosio Figueroa fuera removido del cargo, el retiro de las tropas federales, indulto y salvoconducto para los integrantes de su ejército y el establecimiento de una ley agraria que mejorara la calidad de vida en el campo. Madero rechazó las condiciones y envió al ejército a Villa de Ayala, donde establecieron un cerco y abrieron fuego con la intención de terminar con el movimiento. Zapata y sus hombres lograron huir al estado de Puebla, y el 28 de noviembre dieron a conocer el Plan de Ayala, documento redactado por Otilio Montaño y firmado por elementos del Ejército Libertador del Sur. En dicho documento se acusó a Madero de haber impuesto al
vicepresidente y los gobernadores de los estados en contra de la voluntad popular, se le acusaba de dictador y estar «en contubernio escandaloso con el partido científico, hacendados feudales y caciques opresores enemigos de la revolución». Además se reconocía como «Jefe de la Revolución» a Pascual Orozco y, en caso de que éste no aceptara, quedaría como jefe Emiliano Zapata. Al enterarse del Plan de Ayala, el presidente Madero redobló los esfuerzos por terminar con el movimiento sin conseguirlo, lo que al mismo tiempo lo llevó a una mayor enemistad con los hacendados.
vicepresidente y los gobernadores de los estados en contra de la voluntad popular, se le acusaba de dictador y estar «en contubernio escandaloso con el partido científico, hacendados feudales y caciques opresores enemigos de la revolución». Además se reconocía como «Jefe de la Revolución» a Pascual Orozco y, en caso de que éste no aceptara, quedaría como jefe Emiliano Zapata. Al enterarse del Plan de Ayala, el presidente Madero redobló los esfuerzos por terminar con el movimiento sin conseguirlo, lo que al mismo tiempo lo llevó a una mayor enemistad con los hacendados.
LEVANTAMIENTO DE PASCUAL OROZCO
Desde el momento en que Pascual Orozco desobedeció las órdenes de Madero y se dirigió a atacar Ciudad Juárez se rompieron las relaciones entre estos dos personajes. La situación se agravó cuando no fue elegido para formar parte del gabinete del gobierno provisional formado tras la firma de los Tratados de Ciudad Juárez y cuando durante las elecciones a gobernador de Chihuahua, Orozco perdió frente al candidato que Madero apoyaba, Abraham González.
En marzo de 1912 Orozco desconoció el gobierno de Madero y llamó a levantarse en armas contra él por medio del Plan de la Empacadora.
DICTADURA DE VICTORIANO HUERTA
Victoriano Huerta, al llegar al poder, se volvió un dictador que anuló la democracia y la libertad por medio de la fuerza militar. Huerta recibió el apoyo de los grandes hacendados, altos mandos militares, del clero y de casi todos los gobernadores, a excepción de José María Maytorena, gobernador de Sonora, y de Venustiano Carranza, gobernador de Coahuila La gestión huertista se propuso entonces dos metas: lograr la pacificación del país y lograr el reconocimiento internacional de su gobierno, especialmente por parte de los Estados Unidos. Intentó conseguir el apoyo de orozquistas y zapatistas, concediendo amnistías generales y enviando representantes. Pascual Orozco puso algunas condiciones que le fueron otorgadas, como el empleo de guardias rurales para sus soldados, pago de sueldos a costa del erario y pensiones a viudas y huérfanos, por lo que el 27 de febrero de 1913 Orozco hizo oficial su apoyo al gobierno. Zapata, por su parte, rechazó tajantemente cualquier oferta, por lo que el movimiento morelense continuó su lucha contra el gobierno de Huerta.
PLAN DE GUADALUPE
Un día después del ascenso de Huerta al poder, Venustiano Carranza, gobernador de Coahuila, se dirigió al Congreso local informando su desaprobación a la designación de Huerta como presidente nacional y asegurando que se rehusaba a someterse a su gobierno. El día 26 de marzo de 1913, reunidos en la Hacienda de Guadalupe, en Saltillo, Carranza y otras personalidades, entre las que destacan Lucio Blanco y Jacinto B. Treviño, proclamaron el Plan de Guadalupe, que desconocía a los tres poderes de la federación comunicaba que se tomarían las armas para restablecer el orden constitucional. Se nombraba además a Carranza jefe del «Ejército Constitucionalista» y se le daba la facultad de ocupar interinamente la presidencia de México para convocar a elecciones.
AVANCE REVOLUCIONARIO Y TOMA DE ZACATECAS
Para inicios de 1914 los revolucionarios dominaban casi todo el norte del país (a excepción de Baja California). En Durango, Pablo González y Jesús Carranza, (o Jesús Agustín Castro y Luis Caballero en su ausencia), habían tomado el liderazgo del movimiento cuando Carranza tuvo que salir hacia Sonora después de que fuerzas huertistas tomaron el control del estado a mediados de 1913.
Para entonces, los hermanos Cedillo se habían convertido en la fuerza dominante de San Luis Potosí; en Tepic operaba exitosamente Rafael Buelna; en Jalisco Félix Bañuelos y Julián Medina; y en Michoacán José Rentería Luviano, Gertrudis Sánchez y Joaquín Amaro Domínguez. En Veracruz, la lucha estaba encabezada por Antonio Galindo, Cándido Aguilar, Hilario Salas y Miguel Alemán.
Durante marzo y abril de 1914 los ejércitos del norte comenzaron a avanzar hacia la capital, Obregón por occidente, Villa por el centro, y Pablo González por el este con la intención de derrocar a Huerta, lo que motivó y facilitó el estallido de numerosos alzamientos en los estados centrales del país.
TOMA DE ZACATECAS
Especialmente, la ciudad de Zacatecas tenía una gran importancia para ambos bandos debido a que era un cruce ferroviario que debían de tomar los revolucionarios procedentes del norte del país antes de llegar hasta la capital. La ciudad, que se encuentra rodeada de altos cerros, presentaba un gran obstáculo para los atacantes. El general Medina Barrón, encargado de las defensas de la ciudad, colocó la artillería del ejército federal en la cima de dos de los cerros más altos: el de la Bufa y el del Grillo.
Felipe Ángeles llegó a Calera (a 25 kilómetros de Zacatecas) el 19 de junio de 1914 y salió a reconocer el terreno para la batalla. Francisco Villa se presentó en las inmediaciones de la ciudad el 22 de junio, y ordenó que la ofensiva comenzara a las 10 de la mañana del día siguiente. Por otro lado, Obregón bajó por Sinaloa y Jalisco, ocupando Guadalajara, desde donde se dirigió al centro del país. González bajó por Monterrey, Tampico, San Luis Potosí y Querétaro.
Con estos avances el movimiento dejó de ser exclusivo del norte del país y abarcó prácticamente la mitad del territorio nacional, lo que al mismo tiempo ocasionó que otros sectores sociales se incorporaran. Además, conforme avanzaron las fuerzas revolucionarias, se tuvieron que establecer diversos pactos con los lugareños a cambio de apoyo, por lo que se hicieron decretos obreristas y agraristas.
CONVENCIÓN DE AGUASCALIENTES
La apertura de la Convención se llevó a cabo el 1 de octubre en la Ciudad de México y fue presidida por Luis Cabrera. Sin la presencia de los delegados villistas ni zapatistas, Carranza presentó su renuncia durante la sesión del tercer día, aunque ésta no fue aceptada por los delegados. Se acordó además que la convención se trasladara a Aguascalientes con la finalidad de que asistieran villistas y zapatistas, además de que sólo participarían militares y no civiles.
Las sesiones fueron reanudadas el 10 de octubre en la ciudad de Aguascalientes, siendo presididas por Antonio I. Villarreal, José Isabel Robles, Pánfilo Natera, Mateo Almanza, Marciano González, Samuel Santos y Vito Alessio Robles. Con el traslado de la sede, Villa decidió enviar a sus delegados y Zapata hizo lo mismo. Carranza por su parte no asistió a la convención, ya que creía que Aguascalientes estaba amenazada por Villa. En su lugar se dirigió a Veracruz.
Durante las sesiones, que se prolongaron hasta el 13 de noviembre, los zapatistas pidieron que Carranza renunciara como Primer Jefe de la revolución y que se aceptara íntegramente el Plan de Ayala. Mientras tanto en Veracruz Carranza gobernó de facto el país: el 12 de diciembre de 1914 reformó el Plan de Guadalupe y poco después, el 6 de enero de 1915, promulgó una serie de leyes redactadas por Luis Cabrera.
El 10 de junio Francisco Lagos Cházaro recibió de la Convención el Poder Ejecutivo. La capital fue tomada de nuevo por los carrancistas el 2 de agosto y ante su llegada la Convención se trasladó a Toluca y posteriormente a Cuernavaca, en éste último sitio sin la presencia villista.
TRIUNFO DEL CONSTITUCIONALISMO
Desde inicios de 1915 era claro que la lucha por el poder continuaría, ahora entre carrancistas, villistas y zapatistas. Los últimos dos grupos contaban para entonces con la ventaja de tener un ejército más numeroso y habían ocupado la capital, aunque conforme avanzó ese año la balanza se fue inclinando hacia el bando carrancista gracias a las victorias de Álvaro Obregón frente al ejército de Francisco Villa y a que, a pesar del pacto realizado en Xochimilco, nunca hubo una verdadera colaboración entre Villa y Zapata debido a que éste último tenía por objetivo mantener aislada su región, por lo que se mantenía a la defensiva.
El 6 de abril de ese año las fuerzas de Villa intentaron tomar Celaya, la cual estaba bajo el control de Obregón, quien pudo defender la plaza, causando alrededor de 2.000 bajas en el bando contrario. Una semana después, Villa volvió a intentar tomar la plaza, esta vez perdiendo alrededor de 4.000 soldados y fallando en su objetivo. Estas derrotas debilitaron fuertemente al ejército villista, el cual se dirigió a León con la intención de recuperar sus fuerzas. En total se desarrollaron cuatro batallas en el bajío guanajuatense, y a pesar de que todas las ganó Obregón, en la última, en el poblado de Santa Ana del Conde, un casco de metralla lo hirió en el brazo derecho, por lo que los médicos se lo amputaron. Carranza logró recuperar el control de la capital en el año de 1916.
BATALLA DE COLUMBUS
El 11 de enero de 1916 un grupo de soldados villistas detuvo un tren en Santa Isabel, Chihuahua asesinando a 17 ciudadanos estadounidenses, mineros e ingenieros, que habían ido al país por invitación de Carranza.
Poco antes del amanecer del 10 de mayo de 1916, Villa atacó con 400 hombres el poblado de Columbus, Nuevo México, al grito de «¡Viva México!» y «¡Viva Villa!» y los cuarteles del 13° regimiento de caballería. Durante el enfrentamiento fallecieron 7 soldados estadounidenses y 7 civiles, mientras el bando estadounidense aseguró haber dado muerte a entre 75 y 100 soldados villistas en suelo mexicano.
CONGRESO CONSTITUYENTE
En diciembre de 1916, Carranza, virtual triunfador del conflicto, convocó a un Congreso constituyente formado exclusivamente por seguidores carrancistas y reunidos en la ciudad de Querétaro. Dicho congreso sesionó hasta el 31 de enero de 1917, tiempo durante el cual Carranza y sus íntimos —de tendencias moderadas— mantuvieron debates con grupos del mismo constitucionalismo de ideas más progresistas —entre los que destacan Pastor Rouaix y Francisco J. Múgica, entre otros—.Entre las diferentes corrientes finalmente se llegó al acuerdo de promulgar la Constitución de 1917 el 5 de febrero, permaneciendo desde entonces vigente en el país.
Dentro de los artículos promulgados en la «Carta Magna» sobresalen:
• Artículo 3°.- La educación que imparta el Estado debe ser laica, gratuita y obligatoria.
• Artículo 27°.- El suelo y subsuelo pertenecen a la Nación, no pudiendo ninguna corporación religiosa ser propietaria.
• Artículo 123°.- Regula las relaciones obrero-patronales en el país, concediéndole autoridad al Estado el derecho de intervenir en conflictos de este tipo.
• Artículo 130°.- Regula la relación Iglesia-Estado, haciendo la separación y estipulando que los miembros religiosos no pueden poseer bien alguno o participar en la política interna.
Un día después, el 6 de febrero, Carranza expidió la convocatoria para realizar elecciones en los tres órdenes de gobierno, las cuales se llevaron a cabo en el mes de marzo. Carranza resultó electo presidente con el 98% de la votación para el período 1917-1920y tomó posesión el 1 de mayo de ese mismo año.
ASESINATO DE ZAPATA
Para acabar con el movimiento de Zapata, Carranza comisionó al general Pablo González Garza para que realizara una campaña de exterminio de la población. Las precarias situaciones de los habitantes, atenuadas por hambrunas y epidemias, también diezmaron a la población pero el movimiento zapatista persistió, por lo que González urdió un plan. Jesús María Guajardo, un coronel auxiliar de González, estando borracho o fingiendo estarlo, arremetió contra Carranza y González, cerciorándose de que un prisionero zapatista lo escuchara y más tarde le permitió huir. Cuando Zapata se enteró de lo dicho por Guajardo, lo invitó a integrarse a sus filas. Luego de una serie de negociaciones y de que Guajardo mandara a asesinar a varios ex zapatistas que se habían integrado a los carrancistas como muestra de sus supuestas intenciones, se concertó una reunión para sellar la supuesta alianza en la hacienda de Chinameca el 10 de abril de 1919.
Cuando Zapata cruzó el portón, un clarín tocó el saludo y los diez soldados de la guardia de honor, que presentaban armas, le dispararon simultáneamente. Guajardo fue ascendido a general y recibió de Carranza 50.000 pesos por «notables servicios en el ejercicio de sus funciones militares.
PLAN DE AGUA PRIETA Y ASESINATO DE CARRANZA
Al momento de estar cerca la sucesión presidencial, Carranza favoreció a Ignacio Bonillas como su sucesor e intentó acusar a Obregón de conspiración,167 lo que ocasionó malestar en Plutarco Elías Calles, Obregón y Adolfo de la Huerta,160 quienes proclamaron el Plan de Agua Prieta, documento por medio del cual desconocían el gobierno constitucionalista y proclamaba la soberanía del estado de Sonora.
Ante la imposibilidad de hacer frente y defender exitosamente la capital ante el inminente ataque del grupo de Sonora, Carranza se dirigió hacia Veracruz con mobiliario del Palacio Nacional, máquinas para imprimir moneda y el erario nacional. Durante el trayecto fue emboscado y asesinado en Tlaxcalantongo, Puebla, el 21 de mayo de 1920.
PRESIDENCIA INTERINA DE ADOLFO DE LA HUERTA
Tras la muerte de Carranza, Adolfo de la Huerta fue nombrado por el Congreso de la Unión presidente provisional el 1 de junio de 1920. Durante su mandato logró que Francisco Villa dejara la vida militar al firmar los Convenios de Sabinas, con lo que se le otorgó el grado de general de división y la hacienda de Canutillo, en Chihuahua, a donde se retiró para dedicarse a labores del campo. En septiembre convocó a elecciones, en las que Álvaro Obregón fue electo para asumir la presidencia el 1 de diciembre de ese año.
ASESINATO DE VILLA
El 20 de julio de 1923 Francisco Villa, acompañado del coronel Miguel Trillo, Rafael Medrano y Claro Hurtado, además de su asistente, Daniel Tamayo, fue emboscado por Jesús Salas Barraza a la entrada de Parral, muriendo el caudillo a las 8:15 de la mañana en el lugar. Ramón Contreras, miembro también de su guardia personal, fue el único que sobrevivió.
Hasta la fecha se han especulado las causas verdaderas de su asesinato, aunque generalmente éste es atribuido a órdenes de Obregón o Calles.
PRESIDENCIAS DE ÁLVARO OBREGÓN Y PLUTARCO ELÍAS CALLES
Obregón fue presidente entre 1920 y 1924. De la Huerta quiso ser elegido presidente nuevamente, pero al ver que Obregón favorecía a Plutarco Elías Calles desconoció al gobierno, lo que desencadenó la denominada rebelión delahuertista, que fue apoyada por las dos terceras partes del ejército nacional. El movimiento fracasó y el 11 de marzo de 1924 De la Huerta abandonó el país, exiliándose en Los Ángeles, California.
Plutarco Elías Calles fue nombrado presidente para el período de 1924 a 1928, tomando posesión el 1 de diciembre. Durante los dos últimos años de su gobierno la situación interna del país se volvió crítica debido a la posición de Calles respecto a la iglesia católica, lo que provocó el surgimiento de un movimiento armado conocido como «guerra cristera». Poco antes de terminar su mandato se reformaron los artículos 13 y 82, con lo que existiría la posibilidad de que Obregón fuera electo presidente nuevamente.
En las elecciones realizadas el 1 de julio de 1928 Obregón resultó victorioso por un amplio margen, pero antes de asumir la presidencia fue asesinado en un restaurante de la Ciudad de México por José de León Toral, un fanático católico.
Tras la muerte de Obregón, Calles dio un discurso público en el que aseguró que la etapa de los caudillos llegaba a su fin y comenzaba el de las instituciones. En 1929 fundó el Partido Nacional Revolucionario, posteriormente llamado Partido de la Revolución Mexicana y finalmente Partido Revolucionario Institucional, el cual gobernó al país por más de 70 años.
CONCLUSIÓN
Poco a poco los españoles fueron terminando con las riquezas de nuestro país claro no solo con eso si no también con los indígenas y con todo lo que encontraban a su paso explotaron los recurso minerales hicieron esclavos a los indígenas hasta que se revelaron pero a pesar de independizarse realmente nunca hemos sido libres a pesar de que existe la democracia siempre hemos estado esclavizados a algo o a alguien ya que el gobierno también esclaviza.
Una conquista nunca trae nada positivo, para empezar porque se hace a base de armas y guerra. Para América no tuvo nada de bueno a excepción de algunas tecnologías nuevas. Desde las primeras civilizaciones hemos sido poco a poco conquistados por diversos países claro que de todos no en su totalidad pero de una forma u otra hemos sido controlados hasta la fecha principalmente por EU. Todo esto con el fin de salir adelante en nuestra economía. Casi todo es manejado por productos extranjeros y aun así se deben millones de pesos por querer sobre salir en un desarrollo mundial y tratar de ser un país subdesarrollado. Todo esto se ido dando pero a pesar de todo siempre ha habido corrupción y traición a la nación desde hace muchos años aunque nos ayuden los extranjeros no podemos salir adelante a causa de la corrupción.
La revolución mexicana fue un suceso en el cual abarco desde el año 1910 hasta 1920, hecho e n el que se puso fin a la dictadura de Porfirio Díaz devolviéndole la Libertad y Democracia al país; ya que en esos años los mexicanos de la clase obrera vivo una época de abusos, explotación y esclavitud por parte del poder del Durante el porfiriato se lograron avances en el país, el progreso económico fue enorme se obtuvieron gran estabilidad económica a nivel mundial pero, el costo de este progreso fue muy grande, ya que durante este periodo aumento a niveles nunca vistos la desigualdad ante la raza obrera, la explotación sistemática de indígenas a los cuales se trataba como esclavos . Además existieron represarías a la prensa libre la cual era silenciada por medio de sobornos, torturas y desapariciones.
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